La protesta ha ido desde el centro hasta la frontera de Barrio Chino, donde han puesto flores y leído un manifiesto
Una gran manifestación en la que han participado decenas de activistas de numerosas ONG han recorrido este sábado el casco urbano de Melilla hasta llegar al paso fronterizo de Barrio Chino, el lugar donde hace justo un año fallecieron, al menos, 23 migrantes, según cifras de Marruecos que algunas entidades sociales elevan, incluso, por encima del centenar. Es el caso de Amnistía Internacional (AI), presente en esta manifestación, a la que también han acudido los diputados María Dantas, de ERC, y Jon Iñarritu, de EH Bildu, que han participado en esta protesta donde la reivindicación de justicia por las víctimas del 24-J y de la inmigración irregular en general ha dado paso a momentos de mucho simbolismo al llegar a la frontera.
Uno de los más emotivos ha sido el minuto de silencio que han guardado todos los participantes mientras se nombraban a todas las víctimas de este intento de entrada hace un año, mientras algunos de los que han portado la pancarta principal “Justicia Masacre Melilla 24-J. Un año sin justicia, un año de impunidad” han colocado claveles rojos en la alambrada fronteriza.
Antes, han dado lectura a un manifiesto firmado por más de 300 organizaciones, en el que denuncian que las personas supervivientes expulsadas de forma ilegal eran, en su gran mayoría, buscadoras de refugio, procedentes de Sudán, “un país inmerso en un conflicto armado que se ha ensañado durante años contra la población civil”.
Además, las entidades que apoyan el manifiesto señalan que ninguno de los responsables ha sido investigado “y gozan de la más absoluta impunidad”, lo que se une al hecho de que la investigación de la Fiscalía General del Estado fuera archivada sin exigir una investigación judicial.
Las entidades firmantes del manifiesto consideran que ello “incumple el deber de debida diligencia del Estado y vulnera el derecho de acceso a la justicia para las víctimas”, ya que en España aún no se ha abierto “una investigación independiente e imparcial que permita a las víctimas y a sus familiares acceder a la verdad, la justicia y la reparación, como única vía para garantizar la no repetición de otra masacre”.
Exigencias
Por todo ello, en el manifiesto se recogen una serie de exigencias, la primera de ellas, el cese del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y su eliminación de listas en las próximas elecciones del 23 de julio.
La actuación del ministro en el 24-J ha estado presente, de hecho, en algunos de los cánticos que los participantes en la manifestación han realizado durante todo el recorrido, en uno de los cuales instaban a Grande-Marlaska a saltar la valla.
“Ninguna persona es ilegal”, “Migrar es un derecho, no un delito”, “No más muertes en las fronteras” y “La Ley de Extranjería mata gente cada día” han sido otras de las proclamas de esta manifestación, donde sus organizadores han instado a sus participantes a “poner el grito en el cielo por las víctimas” del 24-J y sus familias, que “no pueden enterrarlas”.
El manifiesto leído junto a la puerta del paso de Barrio Chino, donde tuvo lugar una de las peores tragedias en una frontera española, exige la concesión inmediata de protección internacional “para todas las personas sobrevivientes de la masacre”, así como el traslado a España de Basir, uno de los supervivientes, que pidió asilo a España y “sigue sin poder salir de Marruecos”.
La puesta a disposición de las familias de las víctimas de los mecanismos necesarios para la búsqueda de las personas desaparecidas y para la identificación y recuperación de sus cuerpos también están entre las peticiones de las más 300 entidades que han firmado esta declaración por el primer aniversario del 24-J.
Además, el manifiesto exige medios para iniciar el procedimiento de protección internacional en las delegaciones diplomáticas, a través del artículo 38 de la Ley de Asilo, así como la creación de otros mecanismos legales y seguros para obtener visados y solicitar protección internacional en España desde otros estados.
La eliminación “las devoluciones y expulsiones en Ceuta y Melilla y en todo el territorio español” y “la erradicación de cualquier forma de discriminación racial en el acceso a la protección internacional” también han sido recogidas en este manifiesto, además del cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros.
En cuanto a la próxima presidencia española del Consejo de la Unión Europea, el manifiesto señala la necesidad de priorizar el respeto a los derechos de las personas en procesos de movilidad humana, así como sobre “la lucha contra la impunidad de los graves crímenes internacionales perpetrados por agentes estatales de y en Estados miembros”.
