Muchos son los enamorados del mundo del motor que prueban la experiencia de viajar al desierto con sus vehículos, habitualmente todoterrenos y coches preparados para largos viajes por caminos complejos en los que no hay asfalto. Sin embargo, el desierto no está restringido a otro tipo de coches más antiguos que casi son piezas de museo, como bien han demostrado 11 ejemplares de los antológicos coches de dos caballos, que ayer regresaron de un viaje de una semana por el desierto de Merzouga. Los propietarios de estos vehículos, casi todos alicantinos y catalanes, llegaron de la península la semana pasada vía Melilla en el barco de Motril, y el sábado por la noche llegaron a nuestra ciudad después de unos días increíbles en una excursión donde hacía falta, sobre todo, destreza al volante, sentido de la orientación, etc. Ayer, horas antes de coger el barco de regreso a la península, los miembros de esta expedición visitaron Melilla La Vieja.