Si hace unos días saltaba la sorpresa de la creación de un partido político bajo el llamativo nombre de “CRÉAME” –presidido por un tránsfuga e investigado por presunta apropiación indebida– y este 1 de junio la inscripción de nuevo “Adelante Melilla” por personas distintas a las que llevaban cuatro años con el nombre de este partido, ahora nos llegan noticias de la formación de otro partido, este llamado “Compromiso Melillense”, con las siglas CML.
Se trata, según han apuntado fuentes políticas, de personas del entorno de un empresario melillense que recientemente se hizo célebre en las protestas en las que se exigía la reapertura de la frontera entre Melilla y Marruecos. Hablamos de Mohamed Uassani aunque de momento la organización ni se ha presentado públicamente ni tampoco consta como inscrito en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior.
Si se confirma su puesta en marcha, para lo cual ya tienen hasta logotipo, la irrupción de nuevos partidos de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2022 está siendo en estas últimas semanas significativa.
En los tres casos, parece que hay intenciones cuando menos sospechosas, porque no parecen nacer para ofrecer un espacio propio, sino para restar votos a los contrincantes de los grandes partidos. Eso ocurre con “CREAME” de Jesús Delgado Aboy, que pretende restar sufragios a las dos formaciones en las que ha militado, como son PP y Vox; o el nuevo “Adelante Melilla”, cuya inscripción en el Ministerio del Interior evita a Amin Azmani y a los suyos concurrir con el nombre que han usado en estos últimos cuatro años o “Compromiso Melillense”, cuyas siglas se parecen sospechosamente a las de CPM, partido con el que parece que van a querer competir por el voto de melillenses de origen amazigh.
Queda aún un año pero las elecciones de 2023 parece que entran una fase de explosión total, lo que da una idea de todo lo que hay en juego en estos comicios.
