La escritora madrileña no era consciente al aterrizar en Melilla del éxito de convocatoria que iba a suponer su presencia. Cerca de 150 adolescentes con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años dedicaron parte del sábado a conocer a Rosa Huertas, la mujer que les hizo soñar con ‘Tuerto, maldito y enamorado’. Una novela con la que, además de hacerles pasar un buen rato, la escritora acerca a sus lectores la figura de Lope de Vega. Huertas fue la encargada de dar el pistoletazo de salida a los encuentros con autores de literatura juvenil organizados por Oxígeno Laboratorio Cultural en colaboración con la Consejería de Cultura. Rosa Huertas aterrizó ayer en Melilla con una maleta cargada de expectativas. Por un lado, porque al fin conocería la ciudad en la que nació su padre, teniendo la oportunidad de pasear por los lugares que un día recorrió él. Por otro lado, porque la escritora de literatura infantil y juvenil se encargó de dar por la tarde el pistoletazo de salida a los encuentros con autores organizados por la Asociación Oxígeno Laboratorio Cultural y la Consejería de Cultura.
Este diario se puso en contacto con la autora por la mañana, horas antes de su cita con los adolescentes de Melilla. Entonces, Huertas ignoraba que su presencia iba a atraer al Teatro Kursaal a cerca de 150 chavales de entre 12 y 17 años. Sus lectores dedicaron parte del sábado a conocer a la escritora que les hizo disfrutar y perderse entre las páginas de ‘Tuerto, maldito y enamorado’.
Un libro con el que, además de proporcionar un buen rato, Huertas acerca a sus lectores la figura de Lope de Vega. «En la historia aparece un fantasma al que maldijo Lope de Vega. Es una obra de fantasmas, de misterios, con toques de amor y de amistar. Pero, al mismo tiempo, permite que los chicos aprendan algunas cosas sobre el escritor», explicó la autora en declaraciones a este diario.
Antes de comprobar el éxito que iba a tener este primer encuentro, la escritora madrileña admitía estar fascinada por el hecho de que los chicos ‘sacrificasen’ parte de su sábado para acudir a una actividad relacionada con la lectura. «Es maravilloso y muy meritorio que los chicos quieran pasar un sábado por la tarde, fuera del horario escolar, manteniendo un encuentro con una escritora. Eso quiere decir que son chicos a los que verdaderamente les interesa la lectura, lo cual es fantástico», manifestó Huertas.
Al respecto, la escritora incidió en la importancia de fomentar este hábito en una edad temprana. «Si un niño encuentra un libro que le gusta, se habrá convertido en lector», declaró. En este sentido, la docente aseguró convencida que, en realidad, los más pequeños son los que más leen. «Los niños leen mucho, los jóvenes leen un poquito menos y los adultos leen muy poco», resumió Huertas.
