Según informaron fuentes judiciales, el acusado reincidente por un delito de quebrantamiento de condena suele infringir la orden de alejamiento por la que no puede acercarse a su madre “cada vez que se queda sin dinero” para consumir sustancias. En esta ocasión, el Ministerio Fiscal y la defensa llegaron a conformidad después de que el individuo reconociera los hechos, por lo que finalmente deberá abonar una multa de 2.700 euros, pagando una cuota diaria de 6 euros durante los próximos 15 meses. Un individuo regresó ayer a los juzgados tras quebrantar la orden de alejamiento por la que tenía prohibido el acercamiento a la vivienda de su madre y a su familiar. Según explicaron fuentes judiciales, ésta no era la primera vez que el acusado por un delito de quebrantamiento de condena desobedecía dicha orden. Las mismas informaron de que el hombre sufre un problema de drogadicción.
A consecuencia del “mono” que le causa la dependencia, el individuo infringe continuamente la condena por la que no puede aproximarse a su madre. “Ocurre cada vez que se queda sin dinero” para consumir. Además, lo hace en actitud violenta, según corroboraron las mismas fuentes. No sólo trata de robarle, sino que le golpea, le insulta y le amenaza. De hecho, “ha llegado a intentar derribar la puerta de la madre con un hacha” para acceder a la vivienda y sustraer algo de dinero, ante la negativa de ésta de abrirle la puerta.
En esta ocasión, el Ministerio Fiscal y la parte de la defensa alcanzaron un acuerdo de conformidad, por el cual el hombre deberá abonar una multa que ronda los 2.700 euros, pagando una cuota diaria de 6 euros durante 15 meses.
