Para variar un poco y no escribir siempre de cosas tan serias, trascendentes, perniciosas e incluso macabras. Cambiemos de tercio. La reina Isabel de Inglaterra cumple o habrá cumplido ya 90 años envuelta en un nuevo escándalo a cuenta del “vividor” (uno de tantos consortes) de su marido, Felipe de Edimburgo, quien, según un documental del Canal 5 …
…de la televisión británica, llevaría 60 años (“casi ná lo del ojo”, como diría un amigo mío de San Juan de Aznalfarache) siendo infiel a su esposa algo que, por otra parte, se lleva afirmando toda la vida y sería conocido y admitido por la soberana (“qué buena chica”).
Dicen en el documental que el duque, siempre la sombra de Isabel, aburrido y limitado por su papel de consorte, sin oficio pero, “bastante beneficio”, necesitaba una válvula de escape y la encontró en las faldas de sus numerosas amantes, entre ellas, actrices como Zsa Zsa Gabor y Patricia Hodge, la dueña de un cabaret, la mujer de uno de sus empleados, una princesa, una duquesa, dos condesas y otros amoríos con mujeres más o menos conocidas algunas de ellas vinculadas al mundo de la equitación (qué bonito es montar a … “caballo”), por no hablar de sus frecuentes visitas a un club de alterne del Soho.
En cualquier caso, su pasión por las mujeres debe estar bien enraizada porque, a sus 94 años, Felipe seguiría al pie del cañón según se desvela en el documental. Como dicen los catalanes… “salut y força al canut”. Haces bien Felipe (consorte y consentido), ¡Qué leches! La vida son cuatro días y hay que disfrutarla. Lo nuestro es simplemente “pura envidia”.
Se habla también que vive una tercera juventud gracias a su amistad con lady Penny Brabourne, una rubia aristócrata 32 años más joven que él con la que se le ha visto también en las carreras de caballos, está más que claro que eso de “montar” a pesar de la edad se les da bastante bien, “quien pudiera”, además de llegar tan sano y fuerte a los 94 “tacos”. ¡Joder con el duque!
