Cuando estaba a punto de comenzar el juicio por un delito contra la seguridad vial, la juez se dio cuenta de que no constaba el permiso de circulación del acusado en el atestado policial. El denunciado aseguraba que había entregado el documento a los agentes, pero estos aclararon que, en realidad, lo que aportó fue una fotocopia, por lo que el original seguía estando bajo su posesión. Se le ha retirado el carnet por un año y ha sido condenado a 31 días de Trabajos en Beneficio de la Comunidad. El joven todavía portaba en la luneta trasera del coche la ‘L’ que indica que alguien es conductor novel, cuando fue sorprendido por la Policía Nacional bajo la influencia de bebidas alcohólicas, como quedó patente tras realizar la prueba de alcoholemia.
Cuando iba a dar comienzo el juicio, en el que finalmente fue condenado por un delito contra la seguridad vial, la juez se percató de que, entre la documentación del atestado policial, no aparecía su permiso de circulación. No obstante, el muchacho insistía a su abogada en que sí entregó a los agentes su carnet, e incluso preguntaba a la letrada si podría recuperarlo antes de un año, puesto que supuestamente ya llevaba varios meses con la licencia retirada.
La juez tuvo que llamar a a los policías para aclarar dónde estaba el carnet. Al final, los agentes explicaron que el acusado nunca había entregado el permiso, sino una fotocopia de la licencia de conducción, documento que sí se recogía en el atestado.
El joven, que carecía de antecedentes penales, fue condenado a 31 días de Trabajos en Beneficio de la Comunidad y a permanecer un año sin el permiso de circulación.
