Cien años se acaban de cumplir del episodio histórico conocido como el Desastre de Annual. Una grave derrota del Ejército español, una de las mayores de su historia, en la que perdieron la vida más de 11.000 soldados y que, según los historiadores, marcó el rumbo de las siguientes dos décadas trágicas en España. Sucedió muy cerca de Melilla, cuya población vivió días de angustia y zozobra, consciente de que la soberanía española de la ciudad estaba en serio peligro. El socorro de Melilla por parte de miles de soldados de La Legión, sobre todo, pero también del Regimiento de la Corona y de Regulares, que llegaron in extremis a esta tierra, lo impidió.
Desde que empezó este año 2021, historiadores y militares se han encargado de rememorar aquellos trágicos días con grandes artículos que hemos ido reproduciendo en las páginas de nuestro Periódico. Páginas para guardar y no olvidar, porque dicen que quien olvida su historia, está condenado a repetirla.
A la vista de los hechos, parece que el Gobierno de Melilla está dispuesto a que se olvide lo que aquí, y a pocos kilómetros, sucedió hace un siglo. Porque este 21 de julio de 2021, 100 años después de aquel Desastre de Annual, la Ciudad Autónoma no ha organizado ni siquiera una ofrenda simbólica que sí lleva a cabo todos los años, de manera puntual, para conmemorar otras fechas también importantes en nuestra historia, pero cuya dimensión no se puede comparar a la del Desastre de Annual y el Socorro de Melilla. No solo por el elevado número de víctimas que hubo, sino también por lo que pudo haber supuesto para el futuro español de esta ciudad. La prueba está en que cada año, excepto en 2020 por la pandemia, la Ciudad Autónoma conmemora de manera oficial el aniversario del Levantamiento del Sitio. El Desastre de Annual, en su centenario, debería haber tenido también un acto de gratitud hacia aquellos que lucharon y dieron su vida por esta tierra en circunstancias muy difíciles.
El Gobierno supuestamente tripartito no lo ha tenido a bien y todos sospechamos por qué. Quizá por la misma razón por la que uno de los socios no acude el 19 de marzo al monolito del Mariscal Sherlock ni el 17 de septiembre al Día de Melilla. Los otros socios claudican y disimulan justificando que han colaborado con todos los actos militares que les piden, como dijo Gloria Rojas en el pasado Pleno de Control. Como si eso fuera un motivo para aplaudir y no una obligación en la colaboración entre instituciones que se espera de ellas.
Tampoco es que el Gobierno de España haya hecho demasiado para conmemorar, aunque fuera de manera simbólica, este 21 de julio, probablemente para no incomodar a Marruecos. Más bien ha hecho todo lo contrario, impidiendo la entrada al Panteón de los Héroes a quien ha querido hacer una ofrenda por esta efeméride, como ha hecho con el líder de la oposición, Pablo Casado, y como hizo ayer con el PP, principal partido de la Asamblea. Lamentable papel como perro del hortelano el que ha adoptado el PSOE, en lugar de reconocer que, sin lo que sucedió aquí hace 100 años, muy probablemente el devenir de esta ciudad hubiera sido totalmente diferente.
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Un centenario obviado desde las instituciones
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Les felicito por el artículo. La actitud de nuestros gobernantes incluyendo a las autoridades militares ha ninguneado una efemérides que merecía mucha más atención. Una vez más les ha faltado honor y memoria.
Totalmente de acuerdo con el comentario. Es lamentable que la memoria exista solamente para lo que interesa en cada momento a los políticos y que nada tiene que ver con el honor y con la historia.