España ha caído al noveno lugar mundial en producción de automóviles, con una disminución del 15% en lo que va del año. Marruecos y Turquía se consolidan como destinos preferidos por costes laborales y menos restricciones medioambientales.
España cayó el año pasado del octavo al noveno puesto mundial de fabricantes de automóviles y la producción ha disminuido más de un 15 % en lo que va de año.
Algunas marcas. como Ford, Toyota, Hyundai, Renault o Stellantis, ya fabrican en Turquía y Marruecos.
Marruecos ha arrebatado a España la fabricación del Citroën C4, un modelo que se fabricaba en exclusiva en la planta de Villaverde de Stellantis. La gravedad de la mala noticia quedo posteriormente reducida cuando se supo, horas después, que la planta produciría otro modelo. No obstante, es un detalle que revela una tendencia en la industria española y europea del automóvil.
Los costes de producción son la clave principal a la hora de elegir el lugar de fabricación de un determinado modelo y Marruecos, donde un operario no cobra más de 600 euros al mes, se convierte en un destino “paradisíaco” para muchos fabricantes hoy en día.
Los problemas de producir en Europa
Se trata de un ejemplo de cómo Marruecos y Turquía se están postulando como relevo natural para los fabricantes que producen en Europa, que se ha convertido en un lugar caro y muy problemático para fabricar cualquier cosa por tres razones:
- Los costes laborales están disparados (un operario turco o marroquí cobra menos de la mitad).
- El coste de la energía. Aunque este es un punto a favor de España por sus recursos inagotables en energías renovables (solar y eólica).
- La mucho más dura legislación medioambiental europea (tanto control tiene sus consecuencias, mal que le pese a Sánchez). Al producir en Europa los fabricantes deben ceñirse a una legislación muy restrictiva en materia de emisiones, algo que por el momento es mucho más laxo tanto en Turquía como en Marruecos.
Las cosas son aún más preocupantes si analizamos el volumen de producción, Turquía fabricó el año pasado casi 1,5 millones de automóviles, cifra ligeramente superior a la del año pasado, una cifra que se acerca peligrosamente a los 2,3 millones de unidades que facturó España en 2024.
La producción de Marruecos, por su parte, crece a un ritmo superior al 12 % anual, alcanzando el año pasado el medio millón de unidades, ya es el país de África que más coches produce.
España ha caído del octavo al noveno puesto como productor de coches a nivel mundial desbancado por Brasil, mientras que Turquía está en la posición 14 con tendencia ascendente.
En lo que llevamos de año el volumen de producción nacional ha caído más allá del 15 %, unos datos inquietantes, aunque hay que tener en cuenta que la industria española de automóviles está en plena reconversión de las fábricas para la producción de coches eléctricos, lo que muchos casos ha supuesto la paralización de líneas de producción.
Varias marcas chinas valoran ya fabricar coches en uno de estos dos países. O Europa y España espabilan, o el futuro de este sector se vislumbra complicado.