La Guardia Civil y las fuerzas de seguridad marroquíes evitaron ayer un intento de entrada clandestina que protagonizaron 30 subsaharianos en el perímetro fronterizo entre Melilla y Marruecos coincidiendo con el terremoto de 6.3 grados en la escala de Ritcher que se produjo ayer de madrugada en el Mar de Alborán, percibido con mayor intensidad en la ciudad autónoma. En declaraciones a los periodistas, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, informó de que este intento de entrada se produjo “prácticamente a la misma hora” que el terremoto, entre las 5.22 y las 5.30 horas de esta madrugada.
Un grupo de 30 subsaharianos trató de entrar a Melilla saltando la valla en un punto próximo al paso fronterizo de Mariguari, aunque ninguno de ellos logró su propósito.
Según El Barkani, este intento de entrada fue “una coincidencia” y no como consecuencia del terremoto.
En cualquier caso, dijo que esa “no es la noticia más importancia” del día, sino la ausencia de daños personales provocado por el seísmo, el segundo con mayor intensidad en Melilla después del que se registró en Alhucemas en el año 2004, con una magnitud de 6.5 grados.
El coronel jefe de la Guardia Civil de Melilla, Ambrosio Martín Villaseñor, también se refirió a este asunto y apuntó a que fue “pura casualidad” que el intento de entrada coincidiera con el terremoto. Además, aclaró que esta incidencia fue “resuelta exclusivamente” por las fuerzas de seguridad marroquíes, que pudieron neutralizar al grupo antes de que llegara a la valla. No obstante, la Guardia Civil también se desplegó en su lado del perímetro para evitar la entrada.
