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Trail Familiar, una interesante iniciativa de Evolutio

Trail familiar

Por Francisco Rosa Reina

El pasado sábado se celebró una interesante aventura por parte de la Asociación Evolutio, que comenzó a la altura del Pantano de las Adelfas

Ahmed Raha, presidente de la Federación Melillense de Montañismo y Escalada, dio una pequeña charla  de nociones básicas de los rudimentos de este deporte, posiciones de pies al subir o bajar, cómo enfrentar los obstáculos, cómo y cuándo beber, comer algo y hacernos dar cuenta que vamos a pasar un tiempo en la más grande de nuestras casas y que debemos dejarla tal y como la dejamos”.

El pasado sábado, a la  altura del Pantano de las Adelfas, sobre las 9’15 horas, y a través de la densa niebla que había en nuestra ciudad, apareció un coche, se hace a un lado y justo donde acaba del hormigón del aparcamiento, baja un tipo que saca una pancarta que coloca en el suelo y para que pueda ser vista desde la carretera: EVOLUTIO, reza en la pancarta. Qué será esto, me pregunto, y me pica la curiosidad. 

A los pocos instantes empiezan a aparecer otros coches, de los que comienzan a salir unas chicas y sus peques. Observo que todos ellos llevan una camiseta, en la que se puede leer en su parte delantera otra vez EVOLUTIO y atrás el anagrama de Melilla Sport Capital. Se reparten unos papeles y bolígrafos, y comienzan a llegar más vehículos, de unos padres con los peques, algún hermano mayor y todos con sus mochilas y gorras. 

Los mayores proceden a rellenar los documentos que les van dando, y van hablando entre ellos. Yo que andaba por allí me acerco y me entero de qué va aquello: ‘Una aventura dicen los peques’, algunos mayores una caminata me refieren y un Trail campo a través, me indican otros. Me acerco a los de las camisetas y les digo si les importa que les acompañe, y me dicen que cómo no.

A todo esto, observo cómo de uno de los coches sale un seño alto, que me resulta conocido. Su silueta algo desgarbada la he visto muchas veces por todos los rincones de la ciudad y cuando se podía cruzar la frontera, a pie y siempre con su mochila y bastones, dispuesto a darse una larguísima caminata. Es el gran amigo de los caminos del RIF, es Ahmed Raha, presidente de la Federación Melillense de Montañismo y Escalada.

Ya parece que acaban con el papeleo y el primero en llegar, el de la pancarta presenta al señor Ahmed Raha, y da una pequeña charla  de nociones básicas de los rudimentos de este deporte, posiciones de pies al subir o bajar, cómo enfrentar los obstáculos, cómo y cuándo beber, cómo comer algo y hacernos dar cuenta que vamos a pasar un tiempo en la más grande de nuestras casas y que debemos dejarla tal y como la dejamos.

Mientras asistimos a la charla, han desmontado la pancarta y han cogido sus mochilas los monitores de la Asociación Evolutio, y tras tomar el mando uno de ellos, los demás de distribuyen a lo largo de la columna que se va formando, quedando uno en retaguardia, y afrontamos la primera dificultad: La loma del Gonio. Muchas veces vi una edificación en lo alto de la loma y nunca se me ocurrió subir allí, aunque  tampoco era tan difícil, me dije, pero cuando me voy acercando al lado contrario, me di cuenta de que estaba admirando un paisaje de mi tierra que me había pasado por alto, a mis pies un desnivel de al menos 80 metros y tras un primer vistazo se observaba una garganta: El Río Nano, otros 30 metros más abajo.

Y procedimos a iniciar el descenso, con los monitores ayudando a pasar los lugares más dificultosos, pero una vez superado el descenso, es la primera sensación de éxito, cuando observaba desde arriba decíamos, no puedo bajar por ahí, y ya abajo con orgullo, lo hice…

Tras este primer asalto, hicimos unos 100 metros de pista y empezamos la bajada hacia el lecho del Río Nano, bajamos la escalera de piedra, que nos deja a los pies del primer puente, ya caminando por las cotas más bajas pasamos por el segundo puente y observamos la vaguada llena de grandes piedras del Gurugú que impide la erosión del terreno. 

Cuando los enormes tubos de desaguado del pantano lanzan los miles de litros de agua, comenzamos una suave subida y giramos a la izquierda, saliendo del curso del río, y tras subir una pendiente nos vamos hacia una pista de entrenamiento militar, que se llama el silencio, pues se suponía había que pasarla haciendo el mínimo ruido. 

Tras ver la dureza de algunas de las pruebas, subimos una pendiente terrible, que ayudándonos unos a otros superamos. Tras esta subida y unos 300 metros de pista nos dirigimos a la base de la Loma del Gonio y tomamos una tortuosa subida con piedras y alcanzamos la cota más alta de los Pinares de Rostro Gordo, tras una última charla del señor Ahmed Raha, unas fotos de grupo y la vuelta hacia la zona donde se habían quedado los coches, tras lo cual despedida y gran interés de la próxima ocasión de conocer rincones de nuestra tierra. 

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