Los empleados suspenden su protesta tras tres días, pero advierten que la situación de impagos y precariedad persiste y se agrava.
Han pasado cuatro días desde que los trabajadores de los centros socio-educativos Acera Negrete y Palmeras, gestionados por Alvalop, decidieron levantar la huelga. “Esta decisión refleja su compromiso con los menores y familias de los distritos IV y V, aunque no implica una renuncia a sus reivindicaciones”. La plantilla se declara dispuesta a hacer sacrificios por el bien común, pero “el malestar es palpable”. Los empleados denuncian que la situación de impagos y precariedad no solo persiste, “sino que empeora”. “La falta de respuesta efectiva por parte de Alvalop y los incumplimientos reiterados han generado un clima de indignación”, afirman.
Los empleados agradecen “el interés del Gobierno local y el respaldo de los partidos de la oposición, quienes reconocen la gravedad del problema”. Sin embargo, enfatizan que las sanciones administrativas no resuelven el problema principal, ya que los trabajadores siguen sin recibir sus pagos. Reiteran su petición de rescindir el contrato con Alvalop y su exclusión de futuros procesos de licitación pública en Melilla, argumentando que la empresa ha demostrado una gestión negligente.
El comunicado finaliza con un llamado a la justicia y la dignidad en los servicios públicos.