Por Diego Portillo
Buceando en el catálogo de Amazon Prime me encontré esta maravillosa serie que, si bien comencé hace años, su intrincada trama y sus continuas cancelaciones y cambios a otra cadena para poder continuar en antena provocaron que me olvidase prácticamente de ella tras una estupenda primera temporada.
Actualmente podemos disfrutar de 6 temporadas en Amazon Prime y parece que esta vez sí que estamos ante la cancelación definitiva de la misma, aunque con una sexta temporada que sirve de cierre a los principales arcos argumentales.
La serie nos muestra un futuro en el que, tras haber colonizado Marte y el espacio, surgen una serie de divisiones que provocan la aparición de tres grandes facciones: la Tierra, Marte y el Cinturón. Cada una de ellas con sus propios intereses y con sus enemistades con las otras dos por diversos motivos políticos, territoriales o ideológicos.
La gran cantidad de datos que nos han de introducir en la primera temporada para que podamos comprender el vasto universo que se abre ante nosotros provoca que la primera temporada sea en ocasiones un poco densa y, si nos esperamos una serie ligera y únicamente de entretenimiento, nos perdamos en sus intrincadas tramas y disipemos el interés en la misma. Por el contrario, si nos introducimos en este fascinante mundo y comenzamos a comprender los motivos de las facciones para sus enemistades, así como las motivaciones y anhelos de cada personaje, disfrutaremos de una de las mejores series de ciencia-ficción de los últimos tiempos.
Estamos ante una serie con un nivel de producción soberbio, con unos planos espaciales muy cuidados en donde destacan los planos secuencia de presentación de naves o personajes, en los que vamos desde un punto lejano del espacio acercándonos poco a poco a una nave hasta introducirnos en ella y ver al personaje trabajando o bien nos alejamos de una acción realizada por un personaje para acto seguido acercarnos a otra acción en otro punto relativamente cercano. Esta continuidad en las acciones permite al espectador introducirse mucho más fácilmente en la trama y hacerle sentir que los personajes están realmente flotando en el espacio por la falta de gravedad, así como multitud de pequeños detalles con tazas flotando o elementos con los que los personajes interaccionan no por necesidades de la trama sino solo para darnos esa sensación de ingravidez constante.
Las secuencias de acción están rodadas de manera solvente, no teniendo apenas nada que envidiar a grandes superproducciones, si bien en algunos momentos se puede notar (si tenemos un gran ojo crítico y vamos buscando estos detalles) su menor presupuesto en algunos aspectos como efectos visuales concretos o la escasez de extras en ciertos momentos. Esto es compensado con un guión estupendo y una planificación de secuencias envidiable, lo que logra dotar a la trama de gran dinamismo e interés, provocando que rápidamente perdonemos estos nimios detalles.
Uno de los aspectos más destacados de la serie es su cuidado guión, donde las intrigas políticas sustentan el grueso de la trama pero sin perder de vista el componente humano de las grandes decisiones, pues estamos ante un futuro no exento de riesgos, especialmente para la población más desfavorecida.
Así, somos partícipes de las grandes decisiones políticas que afectan a millones de personas para poco después ver cómo afectan dichas decisiones a trabajadores o personajes concretos de las distintas facciones, lo que nos permite hacernos una idea mucho más global del alcance real y humano de las diferentes decisiones políticas. Asistimos a decisiones de todo tipo, desde algunas tomadas por el interés de la mayor parte de la población a otras que solo son tomadas por el mero interés particular del personaje que la toma (bien para continuar en su cargo, enriquecerse u otras motivaciones). Esto engrandece la trama y nos va formando paulatinamente una idea de las motivaciones e intereses reales de los diferentes personajes.
