Este viernes terminó en Melilla el curso escolar pero no fue un curso más. Ha tenido lugar en medio de una pandemia que ya obligó el curso pasado a desarrollarse durante varios meses a través de una pantalla electrónica, de forma telemática, y que en esta etapa 2020/2021 recuperó la presencialidad, pero a medias, con clases y horarios reducidos, obligación de llevar mascarillas y guardar distancia social.
Muchos respiran ya aliviados porque a pesar de los pesares, ha podido concluirse sin cerrar ningún colegio por brote de covid-19. Ahora tocan las celebraciones y desde esta semana se suceden las fiestas, las entregas de orlas y diplomas, y las comidas de despedida.
Nunca antes había habido tantos motivos para decir adiós a un curso como este año.
En la imagen, la despedida del 4º curso de ESO del Instituto Miguel Fernández y la entrega de orlas y diplomas para un curso de 6º de Primaria del Colegio Reyes Católicos.