¿Te despertaste con el pie izquierdo? ¡Transfórmalo en uno de tus mejores días!

Por Natalia Bocanegra (“www.coachnataliabocanegra.es”)

Un día como otro cualquiera puede que te despiertes como se dice, con el pie izquierdo, y esto te lleve a tener conforme vaya pasando el día lo que se dice, mala suerte, ¿verdad? Pues quiero decirte que no es cierto, que el día que crees así lo creas, así que el día que te despertaste con el pie izquierdo es un día de mucho aprendizaje hacia ti mismo.

Te pregunto; ¿Qué serían de esos días en los que todo nos sale mal y empezamos a reflexionar sobre nosotros mismos si no existieran? Pues que nos vamos levantando en automático y nos acostamos en automático, que no vivimos, que no nos damos cuenta de todo lo que hacemos porque tampoco nos paramos a pensar en ello.

Pues los días que uno/a se despierta con el pie izquierdo, son los días maravillosos que tenemos que ir hacia dentro, hacia nosotros/as mismos/as, son los días bendecidos por oportunidades de parar y pensar qué estamos haciendo.

Como cualquier día la toma de decisiones está latente en nosotros/as, así que levantándose con el pie izquierdo y tener que tomar decisiones, puede que las decisiones que se tomen, no sean las correctas debido a la poca gestión emocional que trabajamos diariamente para este momento.

Otra cosa sería, si basamos nuestras decisiones en el sentido y el propósito personal, nos puede ayudar a pasar de un enfoque emocional a tomar decisiones y adoptar conductas basadas en nuestros valores.

Cuando tengas un mal día, céntrate en lo que tú siempre valoras sin importar cómo te sientas en ese momento. De hecho cuando tengas un mal día y las pequeñas tareas cotidianas se te hagan una montaña, no te fijes objetivos extremos que parezcan fuera de tu alcance como quizás podríamos hacer estando motivados, sino que empieza a elegir un pequeño cambio que sepas que puedes poner en práctica cada día, o ese día y comprométete a hacerlo realidad. Tal vez te parezca absurdo al principio, porque no verás grandes resultados de inmediato, sin embargo, acometen algo mucho más importante como es que tienden a las vías neuronales hacia un hábito nuevo que podrás integrar en tu vida cotidiana y al que podrás ir sumando más cuando lo hayas automatizado. Por lo que hay que recordar en hacer cosas pequeñas y constantes ya que dará lugar a un cambio lento pero sostenible en el tiempo.

Sé que a veces es difícil hacer todo lo que atrás digo, debido a que, continuamente nos criticamos y nos lanzamos ataques contra nosotros mismos, ¡Sí, lo que te digo! Nos atacamos continuamente sin darnos cuenta, diciéndonos por ejemplo que hemos sido tontos/as al haber hecho una cosa en vez de otra, etc. El estado de ánimo deprimido de ese día intensifica la autocrítica y los ataques que nos dirigimos incluso cuando estamos bien. Y sé que, decirle a alguien que no sea tan duro consigo mismo es muy fácil, pero cuando algo se convierte en un hábito desde pequeños, con solo decirnos que tenemos que dejar de hacerlo no es suficiente para no hacerlo ¿verdad?, y no podemos impedir que surjan estos pensamientos. Pero, os aseguro que, sí podemos desarrollar la capacidad de identificarlos y de responder de un modo que les resten poder sobre cómo nos sentimos y actuamos ese día. Nos podemos ayudar a nosotros mismos/as a darnos cuenta de que esos pensamientos son juicios con una grandísima carga emocional. Os preguntareis ¿Natalia, como hago eso? Muy fácil, en Coaching se le llama el método del cambio de observador, por ejemplo, piensa en alguien a quien amas con locura, podría ser tu madre/padre, tu hija/o, tus abuelos, tu mejor amigo/a, etc. Ahora imagina que esa persona habla de sí misma de la manera en que tú te hablas a ti. ¿Qué le dirías? ¿Qué querrías que tuviera el valor de ver en sí mismo/a? ¿Cómo querrías que se hablara? Las respuestas a estas preguntas nos ayuda a acceder a esa compasión tan profunda que a menudo mostramos a los demás, pero que nos negamos a nosotros/as mismos/as. La autocompasión es la voz que más necesitamos escuchar en ocasiones, la voz que nos da la fuerza que necesitamos para levantarnos ese día en lugar de hundirnos aún más. Es la voz que nos cuida, que nos recompone, que nos mira directamente a los ojos y nos dice que volvamos a intentarlo de nuevo. Mirad, si los mismos deportistas de élite tienen a alguien esperándolos entre parada y parada o asalto y asalto para decirles que lo están haciendo bien y todo lo que respecta a palabras de ánimo, es porque entienden el impacto tan profundo que ejercen las palabras que nos metemos en la cabeza. Así que hablarnos tal y como hablásemos a un ser querido para apoyarlo es un factor clave a la hora de gestionar nuestras emociones.

¿Cómo te quieres sentir? Cuando intentamos gestionar el estado de ánimo y nuestras emociones ese día que nos levantamos con el pie izquierdo, tendemos a centrarnos en todo lo que no queremos pensar ni sentir, es típico pensar siempre cosas que nos duelen y hacen daño, o que nos molestan. Y aunque eso tiene su utilidad, alejarnos de eso que no queremos nos resultará más fácil si sabemos hacia donde queremos dirigirnos. Por eso, es importante también enumerar los pensamientos de cómo nos queremos sentir para identificar las conductas que llevan al estado de ánimo depresivo. Por ejemplo, hacernos preguntas como son; ¿Qué sueles pensar cuando estás en tu mejor momento? ¿Cuáles serían las señales de que lo que te disgusta está desapareciendo? ¿Qué harías de otra manera? ¿A que le dirías que sí? ¿A qué le dirías que no? ¿En qué centrarías toda tu energía y atención? ¿Qué podrías dejar atrás con total libertad? Invierte tiempo en reflexionar acerca de las respuestas a estas preguntas y apunta hasta el último detalle de todos esos cambios que podrías aplicar en tu vida ese día que te levantaste con el pie izquierdo. Es uno de los ejercicios que ayuda muchísimo a generar una visión de hacia dónde te diriges. También te ayuda a ver cómo sería tu vida aplicando todo lo respondido a pesar de que, todo lo que te molesta siga ahí. Es importante que entendamos que, saber qué hacemos y cómo lo hacemos envía información al cuerpo y al cerebro acerca de cómo nos sentimos, por lo que cambiar la dirección hacia lo que nos importa más y hacia la persona que queremos ser, puede suscitar cambios significativos en tu día malo cambiándolo por un día bueno. Estas técnicas redirigen la atención desde el problema hacia la solución. Espero que te haya servido y te sirva en un futuro su aplicación. Sin más, deseo que tengas una feliz semana y apliques todo lo leído a tu día de aprendizaje, a ese día que te levantas con el pie izquierdo.

Si te sientes atascado/a y no sabes gestionar tus emociones o necesitas acompañamiento en cualquier momento entra en www.coachnataliabocanegra.es y sin compromiso pide tu cita.

Loading

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€