El Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) aprovecharon ayer el inicio del mes para reiterar las peticiones que han venido haciendo en las últimas semanas para que se cierre el paso fronterizo de Farhana en la recta final de las obras de remodelación a las que está siendo sometido desde el pasado verano. Ambas organizaciones profesionales basaron sus respectivas solicitudes en el peligro que supone compatibilizar la actividad fronteriza con las obras. El SUP, en un escrito que registró ayer ante la Delegación del Gobierno, señaló que este tramo final de las obras se van a centrar en la demolición del edificio actual que sirve como dependencias de uso de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. “Como se ha comprobado sobre el terreno, no existe espacio físico para que los funcionarios de servicio estén realizando su trabajo sin riesgo de que además de la exposición a los agentes físicos y químicos que están sufriendo, puedan sufrir algún tipo de lesión física, hecho este grave, si se produjese”, advirtió el sindicato que dirige Jesús Ruiz Barranco.
Por ello, insistió en que “se cierre al tránsito de personas y vehículos el tiempo indispensable” para que las obras “no provoquen situaciones que puedan perjudicar la integridad de los profesionales de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que realizan servicio en el puesto fronterizo en obras de Farhana”.
Posible dilatación de plazos
Además, apuntó a una posible dilatación de los plazos de esta remodelación y recordó que los agentes que prestan servicio en el paso fronterizo llevan “soportando estoicamente” las molestias de ruido y polvo que suponen las obras durante cinco meses.
Ello, porque “no se les ha dotado de material preventivo para paliar la exposición a agentes físicos y químicos”, lo cual ya fue expuesto en sendos escritos a diferentes organismos públicos sin que se haya producido una respuesta.
“Insalubridad”
Por su parte, la AEGC denunció en una nota de prensa la “insalubridad y peligrosidad” que supone mantener abierto el paso fronterizo de Farhana con las obras de remodelación que se están desarrollando. Recordó que a comienzos de este año, la Delegación de Gobierno en Melilla comunicó el posible cierre del puesto fronterizo en la tercera fase de las obras, algo que esta asociación profesional ha defendido en numerosas ocasiones “por la insalubridad y peligrosidad de convivir en la realización de la obra”.
Sin embargo, esa situación de peligro e incertidumbre se mantiene al inicio de febrero, por lo que AEGC ha demandado “de una vez por todas” que se resuelva este problema “ante la ausencia evidente y palpable de un protocolo de riesgos laborales o que en su lugar no se esté aplicando”.
De hecho, afirmó que cualquiera puede observar “lo dantesco de la situación”, hasta el punto de que los guardias civiles “se han encomendado a todo lo humano y divino para que no suceda ningún accidente”.
Por ello, solicitó al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que se resuelva de manera inmediata este problema, y le preguntó si en caso de que ocurra un accidente por mantener el paso fronterizo abierto por obras será el responsable.
