La Fiscalía pide un año y medio de prisión para un joven, acusado de haber cometido un delito de receptación al recibir en un trueque una bicicleta robada. El acusado defendió en todo momento que desconocía la procedencia ilícita del vehículo, ya que los dos menores con los que hizo el intercambio le dijeron que éste pertenecía al hermano de uno de ellos. Según su versión, se enteró de que había sido robada cuando se encontró con el verdadero dueño de la bicicleta, ya que no llegó a pedir ningún justificante de compra. La Fiscalía solicitó ayer una pena de 18 meses de cárcel para un joven por haber cometido presuntamente un delito de receptación, ya que, a través de un trueque, recibió una bicicleta que había sido robada anteriormente.
El acusado sostuvo a lo largo de su declaración que desconocía la procedencia ilícita de la bicicleta, ya que los dos menores con los que hizo el intercambio le aseguraron que ésta pertenecía al hermano de uno de ellos. Según afirmó, recibió el vehículo y una suma que oscilaba entre 100 y 150 euros a cambio de una motocicleta que compró en 2009. En esta línea, el joven insistió en que no supo que la bicicleta había sido robada hasta que se encontró con su verdadero dueño y se lo comunicó. También admitió que no llegó a pedir a los menores ningún justificante de la compra del vehículo. Con todo, el denunciado lamentó ser la “víctima” de la situación, ya que se ha quedado sin la moto y sin la bici, que actualmente está con su verdadero propietario.
Uno de los menores que participaron en el trueque declaró como testigo, apoyando la versión del acusado. Según comentó el chico de 15 años, el joven no podía saber que la bicicleta era robada porque ellos también lo desconocían. Asimismo, comentó que los dos menores se pusieron en contacto con el acusado porque sabían que quería vender la moto, pero no tenían constancia de que quisiera hacer un trueque para obtener la bicicleta, por lo que no fue una acción premeditada.
Según los testimonios de los dos agentes de la Policía Local que procedieron a su detención, cuando recibieron la llamada del propietario y arrestaron al acusado, éste manifestó en todo momento desconocer el origen del vehículo. Por otro lado, el dueño de la bicicleta reconoció que no tiene indicios para afirmar que el joven supiera que ésta había sido robada anteriormente.
Por todo ello, la defensa repitió que el acusado había sido “la verdadera víctima”, ya que desconocía la procedencia ilícita del vehículo, y recordó que los dos menores reconocieron en otro juicio que el joven no sospechaba que hubiera sido robada. Finalmente, el juez dictó que el juicio quedaba visto para sentencia.
