Marcos Suka mantuvo con opciones de victoria hasta prácticamente el final al Melilla Baloncesto. El escolta madrileño anotó 17 puntos, capturó cinco rebotes, repartió cinco asistencias, recuperó tres balones y provocó cuatro faltas personales. Todo ello le valió para contabilizar 21 tantos de valoración. Un buen ejemplo de la igualdad de la LEB Oro se pudo comprobar este pasado viernes en el Pabellón Javier Imbroda, donde un equipo invicto como local se vio sorprendido ante un debutante en la categoría que logró una victoria de mérito y de prestigio. Los de Toni Ten hicieron un gran primer acto, con acierto anotador y repartiendo las responsabilidades ofensivas entre varios jugadores. Los castellonenses también se supieron adaptar a un segundo cuarto con las defensas más duras y con un Melilla Baloncesto que no quería volver a encajar 25 puntos en un periodo. Al descanso, el 32-36 dejaba todo en el aire.
La zona de los de Alejandro Alcoba provocó errores en los levantinos. Víctor Hidalgo hizo daño en la ‘pintura’ con un Sonseca más fallón de lo habitual (terminó con 5 pérdidas). Marcos Suka era el jugador más acertado en los locales, mientras que los visitantes cambiaban los triples de Bortolussi y Manu Rodríguez con la seguridad de Garret o el talento de Blair. Al final, la clave estuvo, pese a contabilizar ambos conjuntos números similares en los tiros de dos puntos y desde la línea de 6.75, en el acierto de los visitantes en los tiros libres y en las pérdidas de balón del decano.
En definitiva, a los jugadores del Melilla Baloncesto, que encadenaron su segunda derrota consecutiva, les toca hacer borrón y cuenta nueva, y pensar, por supuesto, en el choque que el miércoles les enfrentará, en tierras oscenses, al Peñas Huesca, en la primera jornada intersemanal que se disputa esta temporada.
