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Ser parte del problema, o ser la solución

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Los cuatro caballos del apocalipsis del PSOE local: la Delegación del Gobierno, el Comité de Listas, el Comité Federal y la Secretaría General.

Por Fidel Moga

 

La máxima de hacer de la política el arte de lo imposible es una quimera en el espectro político que configura la Asamblea de Melilla. Los ciudadanos que depositaron su voto en los partidos políticos que concurrían a las elecciones municipales, no lo hicieron para presenciar una continuo enfrentamiento donde todo vale con el adversario  político, votaron con la confianza de mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía.

La presencia de Sabrina Moh, que en todo momento es la representante del Gobierno de la Nación en el territorio de Melilla, haciendo declaraciones ante los medios de comunicación tras los Plenos de la Asamblea, es totalmente inusual y desprestigia a una institución pública como es la Delegación del Gobierno.

La actitud de Sabrina Moh, buscando un protagonismo que no le corresponde en el ámbito local, desvirtúa la propuesta socialista ante los electores, en cuya lista no figuraba la actual Delegada del Gobierno y si, en cambio, la señoras Fernández Treviño y García Maeso, ambas con experiencia en la gestión municipal al haber ocupado puestos de responsabilidades como Consejeras y el señor Robles, ex Director General, en el gobierno del tripartito CPM/PSOE/Ciudadanos.

Los 3.148 votantes del PSOE local, más de un 36% de pérdida de confianza de los ciudadanos melillenses ante la gestión de Glorias Rojas, como Secretaria General, y Sabrina Moh, como Secretaria de Organización, eligieron como representantes locales a las Diputad@s Fernández, García y Robles para ejercer sus funciones de control desde la oposición al Gobierno Municipal del Partido Popular, no para actuar como claque o figurantes en la foto mientras la Delegada del Gobierno, cargo no electo, critica la actuación del Partido Popular en la Asamblea de Melilla, es una foto de desprestigio de los Diputad@s del PSOE.

La Delegada del Gobierno tiene la obligación, a través de su Secretaria General, de llevar a cabo el control de legalidad en base a lo establecido en el artículo 56 y siguientes de la Ley 7/85 de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local, al tener la Asamblea de Melilla la obligación de remitir copia o en su caso, extractos compresivos de los actos y acuerdos de la misma, estando facultada la Administración General del Estado, es decir la Delegación del Gobierno, para recabar y obtener información concreta sobre la actividad municipal, pudiendo incluso solicitar la exhibición de expedientes y la emisión de informes.

Sabrina Moh, entre realizar el control de legalidad, ignorado y no ejercido desde su nombramiento el 18 de junio de 2018, prefiere ponerse en una esquina del Palacio de la Asamblea, con tres Diputados Locales como figurantes a su espalda, para atacar la gestión del adversario político, es decir renuncia a los instrumentos administrativos o judiciales, optando por  embarrar la acción del Gobierno Local ante los medios de comunicación.

 

Asolada por las críticas

La Delegada del Gobierno se siente asolada por las críticas de los Senadores y Diputada nacional del Partido Popular, así como por  los miembros del Gobierno Local, son las consecuencias de sembrar vientos y recoger tempestades. Sabrina Moh es parte del problema del deterioro económico y social de la ciudad de Melilla, la confrontación como instrumento de gestión política y administrativa  está llevando al desgaste progresivo de los recursos con los que debería contar la Administración Local a través del Gobierno Nacional.

Tan solo basta con leer los compromisos incumplidos contenidos en el Plan Integral de Desarrollo Socioeconómico de la Ciudad de Melilla, donde se recoge la implantación en el verano de 2023  de la oficina de registro para embarcaciones de recreo en Melilla con el objeto de “mejorar la competitividad del sector marítimo y portuario español dando sustantividad propia a la actividad de navegación de recreo”, medida que no conlleva gasto adicional al ser atendidas con las partidas presupuestarias ordinarias. Lo solicitó la Autoridad Portuaria de Melilla y la Asociación de Comerciantes, nada se ha hecho.

Unos de los yacimientos de empleo que recoge el referido Plan Integral es la potenciación del puerto de Melilla, “creando una infraestructura apta para otras actividades productivas – atraque de cruceros-.” El pantalán de cruceros permitiría la presencia de 350.000 turistas anuales, la recuperación de las playas donde se depositasen las arenas del dragado, la implantación de infraestructura turística como tiendas de souvenir, guías especializados,…..No es un proyecto emergente, es un proyecto trabajado durante años  por la Autoridad Portuaria de Melilla y ninguneado por la Delegación del Gobierno y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

La apuesta por la economía verde y la defensa del Medio Ambiente, es ignorada por Sabrina Moh, a pesar de comprobar continuamente las densas columnas de humo de los motores de gasoil de la central térmica de Endesa, desde su vivienda oficial de más de 350 metros cuadrados. Una vez más el Plan Integral recoge la medida para la conversión de gas natural estableciendo la fecha de implantación en los ejercicios 2023 a 2026, ya vamos tarde, máxime si tenemos en cuenta que Endesa y Enagas presentaron el proyecto de transición energética para la ciudad autónoma de Melilla el 15 de junio de 2021, que implicaría la creación de 170 puestos de trabajo, que conllevaría, además de la conversión de la central térmica, el desarrollo de servicios de gas natural licuado en buques y ferris, la electrificación de los muelles, el aprovechamiento del frío en la regasificación, una planta de biogás y un proyecto solar fotovoltaico, es decir minucias para Sabrina Moh y una revolución tecnológica y medioambiental para el común de los mortales.

No solo Endesa y Enagas apostaban por la implantación de una planta de biogás, también el Plan Integral de Desarrollo Socieconómico para Melilla, una vez más, contemplan dicha medida de instalación de una planta de biogás, con fecha de implantación 2022 y 2023, así como impulsar las infraestructuras de almacenamiento, regasificación y bunkering de Gas Natural Licuado, previstas para 2023. Hay que preguntarse qué ha estado haciendo la Delegada del Gobierno para que los proyectos puedan ser ejecutados en los plazos previstos.

La acumulación y concurrencia de cargos institucionales y del Partido Socialista por Sabrina Moh recuerdan a los jinetes del apocalipsis, la alegría en los actos y designaciones de “sus amigos y compañeros”, la confrontación permanente con el adversario político, el retroceso económico en los proyectos no ejecutados o en las asignaciones presupuestarias perdidas, entre otras los Planes de Empleo y el empobrecimiento del tejido social de la ciudad de Melilla con el mayor número de desempleados del territorio nacional.

La Delegada del Gobierno no impulsará la mejora de las condiciones en el tránsito fronterizo, no abrirá el paso habilitado de Farhana, ni reabrirá la Aduana Comercial, ni mejorará las infraestructuras del Imserso incrementando la ocupación de la Residencia de Mayores, ni llevará a cabo la construcción del módulo de acogida del Centro Penitenciario, ni remozará la Jefatura Superior de Policía: continuará con su relato hipócrita en actos de reconocimiento de las fuerzas y cuerpo de seguridad del estado, mientras se les niega a dichos funcionarios la equiparación salarial, la consideración de profesión de riesgo y se pacta con los herederos de una banda asesina la futura ley de seguridad ciudadana.

Sabrina Moh es parte del problema, no de la solución.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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