Las vallas que se encuentran junto al cuartel de Valenzuela, para regular el tráfico fronterizo, son de color gris y de noche no se ven En Melilla el asunto de las señalizaciones no está al mismo nivel que otros elementos de la vía pública. De hecho, hasta no hace mucho tiempo era habitual la visión de un bidón medio oxidado lleno de tierra con un palo clavado en el que se apoyaba una señal. Ahora, aunque se ha superado ese nivel, tampoco estamos en el escalón más alto de la estética. En consecuencia, un grupo de vecinos de la calle Astilleros ha comentado que las señales que desde hace unos días se han puesto en el lugar, para indicar la realización de las obras que se están llevando a cabo en la calle, son “un poco cutres”. Pero al margen de la imagen pública que ofrecen, lo que se es realmente peligroso, y no es la primera vez que se comenta en esta sección, son las vallas que se encuentran junto al cuartel de Valenzuela para regular el tráfico fronterizo son de color gris y desde la caída de la tarde no ofrecen ninguna visión a los conductores, porque son del mismo color que la calzada y ya mas de una noche han provocado algún que otro accidente por lo que piden que se pinten de blanco y rojo o de cualquier otro color que destaquen o que se acompañen de algún componente luminoso.
