Con gran pesar recibo la noticia del fallecimiento de un gran amigo, Salvador Maturana Bernabé, al que me unió dicha amistad a través del fútbol y especialmente del Melilla C.F., su equipo, su pasión a lo largo de los 91 años cumplidos.
Por Nicasio García García
Nuestra amistad comenzó en las reuniones que allá por los años 60 teníamos en el Bar Los Candiles de Pepe Villasana, a donde por las noches acudíamos para hablar de fútbol. Allí coincidíamos aficionados y directivos, como Adolfo Rivera, directivo del Melilla, Juan Villalón, delegado de la Federación Melillense de Fútbol, Nicasio de Carro, corresponsal de Marca en Melilla, García de Haro, directivo del Melilla, Cuadrado, dueño de la Sastrería Cuadrado, y algunos más, que por no extenderme no sigo detallando. Y junto a ellos Salvador Maturana. A pesar de la diferencia de edad, poco a poco se fue cimentando una gran amistad, que se extendió a nuestras esposas y hemos mantenido hasta su muerte.
A lo largo de todos estos años he tenido en Salvador a un gran informador del fútbol melillense. En mi etapa como redactor deportivo, primero en Radio Juventud de Melilla y después en Radio Melilla de la Cadena SER. Fue mi confidente sobre la historia del fútbol de nuestra ciudad, ya que yo por mi juventud en aquel entonces no había vivido aquellos comienzos del fútbol local. Puedo recordar la historia del luctuoso accidente de la U.D. Melilla en el pueblo granadino de Loja, donde fallecieron los jugadores Martín y Mamblona, y el masajista Manolo Salvador. Y su relato era de primera mano, pues fue el delegado del equipo en aquel viaje.
Para hablar del futbol melillense era una enciclopedia viviente, pues no se olvidaba detalles de los partidos del antiguo campo de la Hípica y después ya del Álvarez Claro. Podía relatar con toda clase de detalles las múltiples alineaciones del equipo melillense de todas las épocas.
Durante el tiempo que pudo vivir en Melilla era uno de los asiduos del campo de fútbol del Estadio Álvarez Claro. Salvador no podía faltar a un partido de su Melilla y no hace muchas fechas, que en una de las llamadas que nos hacíamos, él ya desde San Fernando, donde residía, me mostraba su preocupación por la trayectoria que venía teniendo su equipo en la actual temporada, corriendo el riesgo de perder la categoría.
Últimamente, dada su avanzada edad, se me lamentaba que no podía ir a ver al Melilla cuando jugaba en tierras gaditanas, pues veía muy poco y las piernas ya no le respondían, pero siempre tenía en su mente a su Melilla C.F.
Puedo asegurar que en Melilla puede haber buenos seguidores del equipo local, pero entre los mejores ha estado Salvador Maturana Bernabé.
Yo puedo decir de él que he tenido a uno de mis mejores amigos, cosa que me enorgullece y que de corazón lamento que nos haya dejado, aunque ya estoy seguro que estará en el cielo junto a su Luisa querida. Descanse en paz mi buen amigo.
