CEME dio un plazo de diez días que se ha cumplido ya para plantear movilizaciones con el fin de lograr que todas las empresas que cumplieron los requisitos, cobren las subvenciones comprometidas
Reaparece “Somos Melilla” -¿conseguirá este partido entrar en la Asamblea de Melilla?- vía Jadu Dris (novedad que no haya sido Amín Azmani) y denuncia, con acierto, que en el reparto de las ayudas a empresas locales ha prevalecido “el amiguismo”.
El partido pone como ejemplo más reciente el “fiasco” en la resolución de las ayudas a pymes de la Línea 8 de Promesa, donde existen unos “criterios discriminatorios e injustos”. Acierta totalmente Jadu Dris, y hace notar que su partido (“Somos”) existe. La presencia novedosa de Jadu Dris, por ejemplo, hace visible que el partido es algo más que Amín Azmani y eso tiene más aspectos positivos que negativos, si se contempla con templanza y raciocinio la situación política actual de Melilla.
Porque efectivamente, el asunto de las ayudas de Promesa a las empresas que han mantenido los puestos de trabajo durante las crisis del coronavirus se ha cobrado como víctimas a aquellas que más empleo dan, lo que puede resultar raro -normalmente se premia a aquellos que más crean y no al contrario- pero que en Melilla, si no se remedia, seguiremos siendo diferentes. Todo ello a pesar de que dichas empresas han cumplido con los requisitos que estableció la sociedad pública, y por ende la Ciudad Autónoma de Melilla, para hacerse con esas subvenciones.
El malestar generado por esa decisión se mantiene porque, a día de hoy, el Gobierno no ha resuelto el problema, que se basa, a grosso modo, en ampliar la partida en seis millones de euros para que todas las empresas que cumplieron los requisitos puedan hacerse acreedoras de las mismas y no ser discriminadas, como ocurre hasta ahora, por tener más plantilla.
La Confederación de Empresarios de Melilla (CEME) dio un plazo de diez días que se ha cumplido ya, concretamente el viernes 24 de marzo, para plantear movilizaciones para lograrlo. El presidente del PP, Juan José Imbroda, aseguró que en 48 horas se podía resolver el asunto si había voluntad política para hacerlo mientras la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, se comprometió a estudiar ampliar las ayudas al 9% de las empresas que se habían quedado fuera de la Línea 8 pero avanzó que una cuestión así no podía arreglarla en 10 días.
Esperamos y confiamos en que se acabe con esta discriminación y todas las empresas que cumplieron los requisitos, puedan recibir las ayudas porque, de hecho, así se comprometió el Gobierno de la Ciudad cuando las dio a conocer: “Se había declarado insistentemente que estas ayudas iban a llegar a todos los que cumplieran los requisitos requeridos” recordó CEME. Pues eso, cuanto más se tarde en dar una solución a esta injusticia, mayor será el malestar entre los perjudicados.
