Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Logo de Melilla hoy

Se crea un movimiento en Melilla para defender su arbolado después de la tala sufrida en el antiguo cuartel de Regulares

Defensores del arbolado en Melilla

Se trata de una plataforma nueva, con menos de un mes, denominada Movimiento en defensa del arbolado de Melilla, bajo un único lema: “construir sin destruir”.

La iniciativa de reciente creación, ha indicado que “entre nuestras muchas luchas a favor del arbolado de Melilla, la que a día de hoy consideramos que necesita más atención y esfuerzo, es la que tiene relación con los antiguos acuartelamientos militares que pasarán a manos de la CAM y que, a manos privadas, estamos convencidos de que se planificará sobre dichos terrenos, sin tener en cuenta el valioso reducto verde que hay en cada uno de ellos; islas verdes ricas en especies y en biodiversidad, y sobre la que no queremos quitar ni un segundo el ojo de encima”.

En un comunicado de prensa enviado a este medio, el Movimiento en defensa del arbolado de Melilla denuncia acciones de la administración  como podas excesivas, desarraigos o talas, que con el paso de los años los árboles “seguían sufriendo”. Añaden que a pesar de que los grupos ecologistas “hacían lo que podían”, el resto permanecía inactivo. “Aquí o allá alguien alzaba la voz a través de la prensa, otro protestaba quizás con un escrito al Ayuntamiento y el tercero, no podía más que compartir con sus amigos y conocidos la tristeza que le producía ver lo que se hacía en esta ciudad con los arboles, criaturas indefensas pero sensibles y sintientes, es decir seres vivos atados a unas raíces que no les dejaban moverse y que se veían doblegados a la voluntad de seres humanos, que a todas luces, no sabían cuidarlos, es más, seres humanos que los trataban mal”, aseguran.

Este sufrimiento e impotencia durante estos años se ha ido incrementando en personas que, según manifiestan, en un principio no eran conscientes del desastre, pero para quienes la “mala praxis y las agresiones fueron ya tan evidentes, no podían menos que presenciar como cientos de árboles morían sin estar enfermos”.
De esta forma la plataforma ha declarado que “muchos de nosotros empezamos a sospechar, que cuanto más protestábamos, más sangrantes eran las actuaciones de los cuidadores de árboles en esta ciudad” y que la tónica “era y sigue siendo a día de hoy: cortar, arrancar, sesgar y sobre todo mutilar árboles sanos y en plena sabia. Un espectáculo espeluznante para quienes contemplábamos, impotentes, este sinsentido año tras año”.
Como consecuencia de esta serie de sucesos medioambientales donde muchos miembros de este nuevo grupo, “cansados e impotentes”, buscaron aliados con quienes poder luchar en favor de la protección de los árboles de la Ciudad, surgió este movimiento, que se autodefine como “un grupo sin color político, sin pretensiones políticas y sin afinidades a ningún partido. Personas independientes, con diversidad de pensamiento, pero con mucho corazón que se ha unido en un ejercicio de libertad, para defender de una vez por todas a quienes no pueden hablar y necesitan que se les ponga voz: los árboles”, pasando de ser una iniciativa “particular” a una iniciativa “compartida”, que unidos a través de redes sociales, han logrado sumar en menos de un mes a  más de 400 personas.
“A todas luces creemos que existe una falta de valoración social y política en relación al papel sumamente imprescindible que juegan los árboles en nuestras ciudades, los cuales además de su derecho a existir como seres vivos que son, nos hacen disfrutar de su hermosura, de su frescor y de su predisposición natural a fomentar la biodiversidad, tan degradada en nuestros días y tan importante para el futuro del planeta”, indican.
El movimiento puntualiza que “mientras políticos, técnicos, directores, encargados, cuidadores y jardineros no valoren un árbol de 50 años o más y sea talado, para posteriormente intentar compensar el desastre causado plantando un arbolito de 5 años en su lugar, no estaremos en la dirección correcta, y lanzan, además, la siguiente pregunta al aire: “¿Podemos permitirnos perder más de estas islas verdes en una ciudad pre-desértica como Melilla?”.

Loading

Rosa Mª Martínez

Más información

Scroll al inicio

¿Todavía no eres Premium?

Disfruta de todas
las ventajas de ser
Premium por 1€