Lo ocurrido con el voto por correo en Melilla en estas elecciones generales del 23 de julio en comparación con las del pasado 28 de mayo, confirman que lo que ocurrió en nuestra ciudad hace algo más de un mes no fue normal.
Según los datos oficiales aportados por la entidad postal, si en los comicios municipales y autonómicos del 28-M las solicitudes alcanzaron 11.468, en las del 23-J esta cifra es mucho menos que la mitad, concretamente 5.274. Y ello teniendo en cuenta que en este periodo estival, con muchos melillenses de vacaciones o a punto de tomárselas, es más propicio para requerir esta forma de ejercer el sufragio a distancia, pero aquí hemos sido, junto con Huelva, los dos únicos territorios de España en los que han disminuido las solicitudes de voto por correo.
La situación que se originó en Melilla al triplicarse el número de peticiones de voto por correo de 2019 a 2023, el atraco que sufrieron cinco carteros y la operación policial y judicial que se llevó antes del 28-M, que se saldó con la detención de diez personas, entre ellas el ex consejero de Distritos Mohamed Ahmed (CPM), llevaron a la Junta Electoral a exigir que la entrega del sobre con el voto en la Oficina de Correos se hiciera personalmente y previa presentación del DNI, carné de conducir o pasaporte. Esto originó que 6.000 de los 11.700 electores que solicitaron votar por correo no completaran el proceso para que pudieran ser aceptados sus votos.
Esto historia, además, se completó con la impugnación del proceso electoral por parte de CPM, tras unos comicios en los que el PP obtuvo 14 escaños, CPM 5, PSOE 3, VOX 2 y ‘Somos Melilla’ uno. Sin embargo, tanto la Junta Electoral como el Tribunal Superior de Justicia rechazaron las alegaciones de los cepemistas.
Para este 23J, la Junta Electoral Central ha rechazado, de momento, la ampliación del plazo para el ejercicio de voto por correo o la adopción de otras medidas adicionales relativas a esta modalidad de votación para las elecciones generales del próximo 23 de julio.
Esta decisión, si se mantiene, ratificaría la enorme caída de solicitudes de voto por correo en Melilla en un solo mes, lo que confirmaría que lo vivido el 28M es algo que no debería repetirse nunca más. La exigencia desde entonces del DNI a la hora de entregar el sobre con la documentación electoral ayudará a evitar cualquier anomalía en lo más sagrado que existe en democracia: el voto libre de las personas.
