El sindicato SATE-STEs no entiende que, a pesar de que todos los docentes de la ciudad, cualquiera que sea el nivel educativo, están desarrollando su trabajo en espacios cerrados sin que siempre se pueda respetar la distancia de seguridad, con numerosos alumnos (hasta 24 en el caso de las aulas del Campus) que aún no han sido vacunados y durante un largo espacio de tiempo, haya algunos grupos que han sido descartados para la vacunación prioritaria.
Por ello, el personal docente e investigador (y el de administración y servicios) del Campus Universitario de Melilla, que, contrariamente a lo que sucede en otros del país, están impartiendo sus clases de modo presencial, Sanidad no lo ha considerado personal esencial, por lo que ha sido excluido del proceso de vacunación de los colectivos a los que sí se ha considerado como tal.
Por otra parte, un segmento del colectivo de docentes de la enseñanza no universitaria ha sido igualmente excluido de esta fase de vacunación. Los docentes en activo mayores de 55 años, que también desarrollan su labor de modo presencial y en espacios cerrados, no están siendo vacunados porque la vacuna asignada es la de Astra Zeneca. Pero independientemente del tipo de vacuna, lo cierto es que, por edad, son un colectivo de mayor riesgo que otros a los que sí se está administrando actualmente.
Por ello, y ante el hecho de que Salud Pública se plantea modificar el calendario de vacunación para que prime el criterio de la edad sobre el de los gremios, SATE-STEs insta a este departamento a que reconsidere su decisión y se incluya como esencia al personal del Campus y se proceda a su pronta vacunación, ya que desempeña su labor en parecidas circunstancias a los centros de secundaria e, incluso, los de primaria. Asimismo, SATE-STEs pide que los docentes de otros niveles educativos mayores de 55 años reciban con prontitud y carácter prioritario el tipo de vacuna que le corresponda.
