La Delegación del Gobierno en Melilla insistió ayer en el llamamiento a la calma tras la detección de un caso de meningitis en uno de los acogidos en el CETI. Como ya hicieran el jueves el Servicio Epidemiológico de la Ciudad Autónoma y el INGESA, la institución gubernamental reiteró que no hay motivo de alarma ante este caso porque se han activado todos los protocolos de prevención y vigilancia epidemiológica establecidos. Sin embargo, sí reconoció que hay una alerta por la “llegada masiva de inmigrantes” que han llevado a las autoridades sanitarias a intensificar el control médico sobre los extranjeros que entran de forma irregular a nuestra ciudad. En concreto, desde que Melilla registró a principios de esta semana la avalancha histórica sobre la valla fronteriza, se están “acelerando e intensificando” todas las pruebas médicas que se hacen a los inmigrantes que consiguen vulnerar la frontera española. Los controles sanitarios siguen siendo los mismos, pero ahora se están realizando de una manera más rápida para poder completar todos los chequeos en un tiempo razonable.
Según han informado a MELILLA HOY fuentes sanitarias, cada día se hacen una media de 50 pruebas. Para completar el chequeo de los 500 que entraron el lunes será necesaria más de una semana, de ahí que el INGESA lleve varios días abriendo el laboratorio y el servicio radiográfico del Hospital Comarcal fuera del horario habitual para que la atención al resto de los ciudadanos no se vea afectada.
Los inmigrantes acuden por la tarde, los días festivos e incluso los fines de semana a hacerse estas pruebas, que son básicamente un análisis de sangre para ver su estado de salud y si padecen alguna enfermedad para tomar las medidas necesarias en caso de que así sea por el interés del propio inmigrante y del resto de ciudadanos. De forma complementaria, el INGESA también hace una radiografía de los pulmones a los extranjeros que sean susceptibles de haber tenido contacto con la tuberculosis, aunque esta prueba prácticamente se le hace también a todo el mundo.
Estos controles, según las mismas fuentes, forman parte de un protocolo del Ministerio de Sanidad llamado “Perfil África” y se les hacen a todos los inmigrantes a su llegada a España. Es, además, uno de los requisitos necesarios para la salida a la península junto con la reseña policial.
La “sobresaturación del CETI” y “la llegada masiva de inmigrantes que pueden ser potenciales portadores de enfermedades de nula o escasa manifestación en nuestro entorno geográfico” forman “un motivo de alerta” por el cual ese control sanitario se ha acelerado e intensificado a todos los inmigrantes de nuevo acceso en el CETI. Y por ello, “las autoridades sanitarias, en coordinación con la Delegación del Gobierno, están vigilantes ante esta nueva dimensión del problema de la inmigración”, que “obliga a extremar las precauciones en la gestión de la extrema presión migratoria sobre Melilla”.
De ahí que la Delegación del Gobierno se mantenga en estrecha coordinación con el Área de Salud Pública de la Consejería de Bienestar Social, que a su vez mantiene un estrecho contacto con el Ministerio de Sanidad y con el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III.
El caso de meningitis
Hoy se cumple una semana desde el ingreso del joven de Gabón, de 19 años, en la UCI del Hospital Comarcal, enfermo de meningitis. Fuentes sanitarias informaron a este Diario de que el paciente permanecía estable y en la misma situación de gravedad. Además, aclararon que no se había dado ningún caso nuevo de meningitis, como se rumoreaba ayer.
La Delegación del Gobierno también incidió en esa misma puntualización “en respuesta a la situación de alarma creada entre la ciudadanía melillense a partir del único caso de meningitis detectado en un inmigrante natural de Gabón”. “Como señaló ayer la Consejería de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma, en su calidad de organismo competente en materia de Salud Pública, estamos ante un caso único frente al que se ha actuado conforme a los protocolos de profilaxis establecidos”, recordó la Delegación del Gobierno.
Este protocolo tiene como objetivo “evitar cualquier posible contagio entre las personas que pudieron estar en contacto con el joven inmigrante aquejado de una enfermedad meningocócica invasiva causada por la bacteria Neisseria meningitidis del serogrupo W”, aunque “el riesgo de desarrollo de la enfermedad es bajo y no debe existir motivo de alarma tras haberse puesto en marcha los protocolos correspondientes y haberse administrado quimioprofilaxis a 226 personas”. Entre ellas, inmigrantes acogidos en el CETI, trabajadores del mismo centro y personal del Hospital Comarcal que atendió al enfermo. A todos ellos se les administrará, como medida de prevención adicional, la vacuna frente a la Nesisseria meningitidis conjugada tetravalente (A, C, Y, W).