El área de Salud Pública de la Ciudad Autónoma de Melilla advirtió ayer de que la ciudad se encuentra en un “momento muy crítico” de la pandemia, en el que el objetivo común es “contener el aumento” que se está dando, e hizo un llamamiento a la población para “evitar una cuarta ola”. En rueda de prensa, el director general de Salud Pública, Juan Luis Cabanillas, afirmó que Melilla ha dejado la fase de meseta en la que se encontraba para iniciar un leve ascenso, por lo que se está dando una tendencia de aumento “muy ligero” y es necesario prevenir “un arranque muy brusco”, dado el aumento de la variante británica en Melilla.
En estos momentos, las autoridades sanitarias tienen sospechas de que entre un 45 y un 47 % de los casos que hay en Melilla son de la variante británica, que obliga a estar “más en alerta y precavidos” debido al “aumento explosivo de casos” que provoca, hasta el punto de que “son un peligro para la cuarta ola”.
En Melilla, subrayó el director general, este momento es “tan crucial” y “especialmente importante” porque solo tiene un hospital, que ha llegado a soportar elevados índices de ocupación en olas anteriores, en las que la ciudad ha superado una incidencia acumulada por encima del millar de casos, logrando descender con las medidas adoptadas.
Cabanillas argumentó que, debido a la situación, Salud Pública ha optado por prorrogar las restricciones que había hasta ahora, entre ellas la limitación del comercio no esencial y la hostelería hasta las 19.00 horas durante 14 días más, además de la limitación de reuniones hasta un máximo de cuatro personas en espacios públicos, quedando los privados para los convivientes.
La mayor transmisión del virus se está dando en el ámbito familiar, que “claramente ha desplazado a los demás”, según apuntó el director general, que admitió, no obstante, que se desconoce la causa exacta por la que aumentan los contagios en Melilla pese a tener importantes restricciones en vigor desde hace semanas, aunque señaló que una de las razones puede ser la variante británica.
“Riesgo extremo”
Actualmente, Melilla tiene una incidencia acumulada en los últimos 14 días que roza los 450 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone un “riesgo extremo” al superar los 250, si bien a partir de 500, la ciudad entraría en un nivel de “riesgo extremo con medidas reforzadas”, según los indicadores aprobados por el Ministerio de Sanidad.
En caso de que Melilla alcanzara ese nivel, o bien si se produce una velocidad en el aumento de los casos, Salud Pública considera que “habría que plantearse una situación más drástica” para intentar doblegar la curva epidémica mediante “medidas más restrictivas y en poco tiempo”, que podrían ser el cierre de toda la actividad no esencial.
Cribados
Al mismo tiempo, destacó que Salud Pública continúa haciendo sus cribados poblacionales en los barrios con mayor incidencia acumulada para identificar casos positivos de manera precoz mediante la realización de test de antígenos.
Cabanillas realizó una “imprescindible llamada a la ciudadanía” porque “depende de cada uno poner freno a que esta cuarta ola se dispare”, aunque agradeció a los melillenses el “esfuerzo enorme que están realizando”, y que “es imprescindible mantenerlo algo más”.
Un “plan conjunto” ante la Semana Santa y el Ramadán
Además, abogó por poner en marcha “un plan conjunto para encontrar la mejor forma de evitar que despegue esta cuarta ola” que ahora “no acaba de despegar”, teniendo en cuenta que están cerca en el calendario la Semana Santa y el mes sagrado de Ramadán, que en Melilla celebra alrededor de la mitad de la población.
Por el momento no se ha hecho ninguna gestión en torno a la aplicación de este plan, aunque Cabanillas admitió que les gustaría encontrar un equilibrio para que intervengan todos aquellos que puedan aportar algo en el objetivo de que no crezcan los casos y se pueda contener una nueva ola.
