Salir de naja
Definición de “salir de naja”: Huir a toda velocidad (corriendo) de alguien o de algo. Expresión muy extendida en el Madrid del 1950 a 1980. Sinónimo de salir de naja es salir huyendo deprisa.
Decía Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties (sociedad que posee cerca del 15% del proyecto urbanístico Crea Madrid Nuevo Norte, el mayor desarrollo urbanístico de Europa, la antigua Operación Chamartín,), durante su intervención el pasado jueves en el foro Wake Up Spain, que existe una «vulgarización social» que lleva a disociar a quién vota y a quién paga.
También dijo, con toda la razón (aunque parece un brindis al sol imposible), que espera que alguien se plantee en alguna ocasión no sólo «pillar los votos», sino sujetar a los «tres millones de tíos» que «realmente pagan todo el sistema».
Señaló el directivo que “los que pagan son cuatro y si se les va arrinconando (en referencia a nuestro gobierno sanchista-comunista), la única forma de defenderse es salir de naja».
Otro dato importante que puso sobre la mesa en el foro: En España la adopción del teletrabajo ha sido «residual», salvo en la administración pública. En el sector privado la tasa es muy baja.
Va siendo hora de que nuestros gobernantes (locales y nacionales) se den cuenta de que los que pagan (las empresas, los autónomos y los trabajadores) son mucho más importante para el presente y el futuro del país que los que votan (muchos de ellos meros receptores que nunca aportaron nada a la hucha común). Se debe crear un clima nuevo a favor de los empleadores (empresas y autónomos), que son, como muy bien dice Clemente, los que pagan todo el sistema. Si solo se gobierna para captar votos para la siguiente votación se entrará en un peligroso círculo vicioso: te doy si me votas, te coloco si me votas, te hago funcionario si me votas, etc. , y por el camino cada vez habrá menos empresas y menos contribuyentes con la consecuencia de que el gobierno de turno no podrá pagar a todos sus amigos y colocados porque ya no habrá empresas o autónomos a los que expoliar ¡Esperemos que las empresas y autónomos no tengamos que salir de naja!
Es triste que, como indicó Ismael Clemente, el teletrabajo sea residual en el sector privado y esté mucho más extendido en el sector público. Digo que es triste por dos razones: en primer lugar, creo que debería extenderse mucho más en el sector privado (si la actividad de la empresa lo permite), con la única condición de mantener o incrementar la productividad (algo que se ha demostrado posible en muchas ocasiones), para poder disfrutar del ocio y la familia; en segundo lugar, porque se está haciendo un muy mal uso del teletrabajo, en muchas ocasiones, en el sector público: los usuarios que necesitan atención presencial deben pedir citas que se demoran demasiado y hay muchos servicios que se prestan peor o no se prestan al amparo de un trabajo “en casa” que nadie parece controlar. En resumen: el teletrabajo en el sector público está bien siempre que no salgamos perjudicados los ciudadanos.
Aptitud y actitud
Son dos palabras casi iguales (las diferencia una sola letra), pero son dos conceptos/cualidades totalmente diferentes y a la vez muy necesarios ambos para cualquier actividad humana.
Un perfil profesional no solo se define por la formación técnica, sino también por una lista de actitudes y aptitudes que van de acuerdo con los objetivos de la empresa/puesto de trabajo.
Ambas son características y comportamientos de un buen trabajador que buscan las compañías para que formen parte de su equipo.
Mientras que la actitud se refiere a un rasgo de la personalidad humana y su forma de reaccionar frente a los problemas, la aptitud se refiere más a la capacidad de un empleado para cumplir una función y un rol específico.
Carlos Alcaraz, o Carlitos como le gusta que le llamen, tiene mucho de ambas cualidades y lo demuestra cuando gana y también cuando pierde (algo que pasa pocas veces). Como muestra de actitud ejemplar, lo que dijo después de perder la semifinal del torneo de Miami ante Jannik Sinner: «Felicidades Jannik por la victoria. Estoy terminando esta gira sintiéndome muy bien con mi tenis. Gracias Miami”.
El propio Alcaraz no dio, en la conferencia de prensa posterior a caer ante Sinner, señales de frustración; Lo analizó todo con calma, sacando conclusiones positivas, y también desveló cómo eran los instantes posteriores a perder un duelo como ese. «Después del partido, no puedo hablar con nadie. Estoy todo el rato quejándome. Pero cuando pasan 20 o 25 minutos, pienso en cosas positivas del partido, de la temporada, del torneo… Entonces sí hablo con mi equipo, con mi familia… Después de eso comienzo a tener cosas buenas en mi mente y vengo aquí sonriendo».
Es innegable que Carlitos tiene todas las aptitudes técnicas, físicas y psicológicas para ser número 1 (ya lo ha sido en dos ocasiones y ahora es el 2) y para mantenerse mucho tiempo como número 1 del tenis mundial, pero él sabe que otros muchos se quedaron en el camino con aptitudes similares (e incluso mayores) por no tener una actitud positiva. La combinación de ambas cualidades es lo que le mantendrá mucho tiempo en la cima del tenis.
En la política hay un gran déficit de ambas cosas: En general hay poca aptitud (al menos en el punto de partida), al faltar formación y experiencia laboral en una gran mayoría de nuestros políticos locales y nacionales; pero, lo que es aún peor, hay una muy mala actitud general, en la que no cabe la autocrítica y en la que la soberbia y el creerse en posesión de la verdad están al orden del día.
¡Que aprendan nuestros políticos un poco de la humildad y autocrítica de un verdadero número uno como Carlitos!
