Sabes padre que no tuve valor para verte yacente,
en ese mármol y después encajonado.
Sabes padre, que han sido muchos los años lamentándolo,
y que tú me has dado la fuerza para superarlo.
Sabes padre que fuiste mi compañero y amigo,
y no tuve valor para , abrazarte en caliente y cerrar tus ojos.
Sabes padre, que he inundado muchas noches de lágrimas,
sintiendo tu presencia acogedora aminorando mi tristeza.
Sabes padre que has y eres mi ídolo de afecto inmensurable,
de mi orgullo de seguir por el camino abierto seguro que
esperándome.
Sabes de mis luchas y desvelos,
dando sentido a tus consejos, proyectándome en tu espejo.
(A mi padre Manuel, Manuel Gallardo)