A finales de 2015 publicaba yo un artículo tirulado: “Y ahora que hacemos con la Historia”. Me refería a lo que un filólogo catalán decía, por ejemplo, que Teresa de Cepeda, Sta. Teresa de Jesús, era Teresa Cardona, abadesa del Monasterio de Pedralbes. A Cervantes lo rebautizó como Servent, natural de Jijona y que El Quijote lo escribió en catalán. Para él, Colón no salió del puerto de Palos, sino de Pals, en Gerona. Y así gran cantidad de hechos históricos, que bien podrían servir para un programa de cachondeo, en vez de Historia de España.
Ahora sale a la palestra un informe, encargado por el Ayuntamiento de Sabadell, para revisar el nomenclator de los nombres de calles de la ciudad, para que sean eliminados más de cien nombres. Entre los que se
encuentran: Antonio Machado, Quevedo, Goya, Espronceda, Lope de Vega, Garcilaso o Calderón de la Barca. A todos ellos, el historiador, José Abad, un lumbreras de cojón de mico, que ha cobrado 600 euros por su informe, los acusa de ser “españolistas”, manifestando “que se debe acabar con la última de las rémoras del exceso del modelo pseudo cultural franquista”. Así, del tirón. Y la concejal de Cultura, Montserrat Chacón (ERC), otra iluminada culturalmente hablando, califica a Machado de “españolista y anticatalanista” y arremete también, entre otros, contra el perfil “franquista” de Goya y Quevedo. Pueden reir, ¡qué coño!.
Por lo visto el trabajo de Abad ha consistido con numerosas referencias a Wikipedia y a la Enciclopedia Catalana. El caso ha suscitado tal grado de perplejidad que del ámbito local, se ha extendido a nivel de todo el Estado. Y no es para menos. Para mí es que son unos engañabobos, timadores sin escrúpulos. Bueno, a quién se deje engañar, claro está.
Sabadell tiene 200.000 habitantes, y yo me pregunto: ¿Cuantos de ellos están de acuerdo con la gilipollez, lanzada por ese pseudo historiador local, y por la consejera de la Cosa Culta, que desean la retirada de esos insignes nombres del nomenclator de sus calles?.
Yo creo también que si Puigdemont es el Presidente de la Generalidad de Cataluña, lo es porque la Constitución se lo permite, pero si lo que dicen los artículos 137, 138 y 139, se los salta por su fea jeta, el Estado, en este caso el Gobierno de la Nación, tendría que aplicarle el art. 155.
Yo tengo un buen amigo de hace décadas que piensa como Albert Boadella. Me dice que pasear por Barcelona, en la actualidad, es una maravilla, pero en la periferia es parecido al Berlín de 1933, donde se hacían pintadas en los comercios de los judios.
Y para terminar, les repito lo que les decía en aquél artículo: Que esta gente no se fueran a la mierda, porque así, dicho tan a lo bestia, la escatología queda un poco grosera. Aunque yo lo que deseaba era cooperar con mi humilde aportación sobre lo que se comentaba en la Ciudad Condal en los años 60, del monumento a Colón frente al Puerto, en el que aparece el descubridor con su brazo derecho extendido, indicando el oeste, y portando en la mano izquierda un rollo de papel, pareciéndo que dice: “¿Véis?, pues allí me cagué, y aquí os traigo los papeles”. Claro que si alguno de ustedes desea “mandarlos a la fulañí”, por mi no se corten, porque están a tiempo.
