El sentido de hermanamiento y ayuda al prójimo que también promueve el mes de Ramadán, se puso ayer de manifiesto con el almuerzo que se ofreció en el Cementerio Musulmán a un abigarrado grupo de algo más de un centenar de inmigrantes de religión musulmana acogidos en el CETI y de personas sin recursos. La iniciativa contó con la colaboración de la Junta directiva de la Asociación "Dos Orillas". Tras el rezo previo en la mezquita del recinto, los invitados rompieron el ayuno degustando dátiles y agua, como marca la tradición. Después, en uno de los patios, los comensales tomaron desde la reconstituyente harera, a algunos platos de carne y dulces. Los productos utilizados en la elaboración de la cena son aportados por los fondos propios de los organizadores, así como por las donaciones que distintos comercios y melillenses particulares realizan de forma anónima, cumpliendo además con uno de los preceptos del Corán como es la caridad.
