La Comunidad Hebrea de Melilla recibe un año más la Festividad de Rosh Hashaná “Año Nuevo” 5.775, cayendo este año 25 y 26 de Septiembre. Festejamos dos días, en los cuales nos ocupamos principalmente en rezos, oraciones especiales y súplicas al Todopoderoso Creador del mundo. Éstos son los dos primeros de los diez días de penitencia con que contamos en nuestro calendario, en los cuales intentamos, por medio de los rezos, de arrepentirnos de todas aquellas acciones que hayamos hecho involuntariamente o equivocadamente, fuera de lo que estamos encomendado por nuestra Torá, o por las enseñanzas de nuestros Rabinos, y así llegar limpios de delitos al día diez, YOM KIPUR, conocido como el Día del Perdón.
Yom Kipur es una fecha sagrada para la Comunidad. En sí comienza al atardecer del viernes 3 de octubre y sigue todo el sábado 4, hasta que salen las estrellas; 27 horas de ayuno, que pasamos la mayor parte en la sinagoga, entonando los rezos especiales que establecieron nuestros antiguos sabios, especiales para esta importante fecha, y que están compuestos de súplicas, peticiones y arrepentimiento.
Ésta Festividad y las dos jornadas de Rosh Hashaná, son momentos divinos y sagrados para el pueblo judío; son días que están lleno de espiritualidad y de buenas acciones el uno para con el otro, y para todos los hombres de este mundo en el que vivimos, con sus múltiples visiones religiosas.
Estos diez días son tan temerosos y respetados que los enmarcamos con la esperanza que Dios escucha nuestros rezos, los recibe con amor y nos contesta con su Gran Bondad y Misericordia, nos perdona y nos alarga los días de nuestras vidas.
Debo de mencionar un poco de la parte gastronómica, pues en Rosh Hashaná, y para la ruptura del ayuno, preparamos alimentos especiales, muchos dulces y frutas, disfrutando de ellos juntos con nuestros familiares e invitados.
Deseo a mis correligionarios un Feliz Año Nuevo, con mis mejores deseos. Y espero que nuestros rezos de estos días sirvan y ayuden a traer PAZ para todas las naciones y para todos los que vivimos en este mundo que Dios nos concedió. AMEN.
