El melillense Javier García denuncia que en la madrugada del pasado 17 de febrero el autor o autores de un intento de robo en una vivienda cercana al colegio de la Salle lograron acceder al recinto en el que guardaba su azor, una de la aves rapaces que se encargan de realizar las labores de control de la fauna en instalaciones deportivas cercanas al aeropuerto. Advierte el propietario de que el animal, aunque no ataca a seres humanos, puede defenderse y provocar daños con sus garras a quienes le hagan daño. Según señaló Javier García, el descubrimiento del robo se produjo en la mañana del día 18, cuando acudió al local en el que guardaba el ave. La desagradable sorpresa trae consigo toda una serie de hechos negativos, porque "a la pérdida sentimental de un animal que he criado desde que salió del cascarón, se suma la pérdida económica, porque son aves muy caras, unos 1.800 euros cada una, y a esto se añade el que sin ella pierdo mi vía de ingresos, porque es mi trabajo", explica.
Advierte a quienes hayan podido llevársela, porque descarta que pudiera haber huido, que es un animal "muy delicado, que si pasa más de tres días sin comer pueden morir, y además si no son personas expertas los que la tengan, pueden hacerle y hacerse daño, porque aunque el ave no ataca a las personas, sí que se defiende si la asustan, la provocan o le hacen daño". Señala que los gavilanes, como este azor, tienen mucha fuerza en sus garras, por lo que si los que la manejan no saben hacerlo, pueden recibir heridas si el animal se defiende.
Javier García indica que quienes se hayan llevado el ave no podrán venderla, al menos en Melilla, porque necesitan permisos y justificantes que, en ningún caso, poseen. Por lo que incurrirían en otro delito, además del robo. Anima el propietario a cualquier persona que pueda tener información sobre el paradero del animal o de los autores del robo, que se pongan en contacto con él o que acudan a l Guardia Civil, Policía Nacional o local. El ave, un azor gris con las cejas blancas, es un macho clásico y cuenta con dos anillas, una con el número de identificación, y en la segunda, con el teléfono del propietario: 649 33 55 09.
Según explicó, él forma parte del equipo contratado por la empresa Eulen para las labores de control de la fauna en las instalaciones deportivas de la Ciudad Autónoma, como el campo de golf y la Ciudad del Fútbol, ambas situadas en espacios colindantes con la pista del aeropuerto. Las rapaces minimizan el riesgo de que puedan aparecer bandadas de aves que dificulten o puedan poner en riesgo la aproximación o despegue de los aviones desde las instalaciones aeroportuarias melillenses.
