La constitución de la Asamblea de Melilla se retrasará, como se esperaba y temía, temor compartido por el mismo presidente actual de la Ciudad, Eduardo De Castro, que -me dice- quiere irse ya, de una vez. Su sustituto, Juanjo Imbroda, ha declarado que lo único que va a conseguir la dirección de Coalición por Melilla con sus habituales impugnaciones es retrasar la toma de posesión del nuevo Gobierno, molestar a los ciudadanos, en resumen. Que prosperen las reclamaciones de CpM es algo que nadie, incluidos los votantes de ese partido, espera.
¿Qué opinan los melillenses sobre ese asunto? En este periódico preguntamos a algunos de ellos por la calle. No es una encuesta, evidentemente, pero la conclusión que se obtiene de sus respuestas sí creo que es reflejo aproximado de lo que en general opinan los melillenses. Un tercio de los melillenses, ‘los cristianos’, se mostraban descontentos con las impugnaciones y los retrasos; a otro tercio, ‘los musulmanes’ consultados, no les parecía mal; al último tercio, la política no les interesaba ni lo más mínimo, pasaban de ella (inconscientes de que la política no pasa ni de ellos, ni de nadie). ¿Qué opino yo? Pues que estamos perdiendo el tiempo y que Melilla necesita con urgencia extrema empezar a resolver problemas muy graves, para lo cual, repito, hay que querer y hay que saber.
Nuestra ciudad tiene muchos problemas. Uno de ellos, y no el menor, es que el peligro, para Melilla y Ceuta, no proviene tanto de Marruecos como del interior de la propia España. “Si se planteara en el Congreso de los Diputados un debate sobre la españolidad de Ceuta y Melilla, y siendo crudamente sinceros, ¿qué votarían al respectó Bildu, Junts, PNV, Esquerra Republicana, Podemos (o Sumar, o lo que sea)? ¿Seguro que todo el PSOE votaría por que Ceuta y Melilla sigan siendo españolas? ¿Todos?”. (Artículo ‘Ceuta y Melilla fuera del mapa’, de Ángel Expósito, en el ABC del domingo).
A la respuesta a la primera pregunta -¿qué votarían los separatistas y la extrema izquierda?- sobre la españolidad de Melilla y Ceuta, la respuesta es, por desgracia, muy fácil: votarían NO. Lo terrible sería la respuesta a la segunda pregunta -¿Seguro que todo el PSOE votaría por que Ceuta y Melilla sigan siendo españolas?- porque creo que la respuesta adecuada es, también, NO.
En ese sentido, un informe del think tank Europa Ciudadana alerta: “las acciones pro-marroquíes de exministros españoles amenazan la soberanía de Melilla y Ceuta”. Cita a la exministra socialista María Antonia Trujillo que -dice el informe- “presiona de nuevo, como parte del lobbismo marroquí, para que España ceda Ceuta y Melilla a Marruecos”. El/la diputado y los/las dos senadores melillenses que resulten elegidos el 23 de julio van a tener una labor difícil en el Congreso y el Senado, especialmente difícil si no se produce un profundo cambio de Gobierno nacional.
Economía y geopolítica
No sé porqué Javier Fernández-Lasquetty, un gran economista que ha hecho una enorme y exitosa tarea económica en la Comunidad de Madrid, abandona el Gobierno de la autonomía. A él le gustan mucho los toros y define muy bien esa fiesta nacional: es un arte que crea empleo, tiene un valor incalculable, cuya reivindicación es un ejercicio de libertad.
Extendiendo el concepto desde los toros hasta la economía en general y la melillense en particular: bienvenido sea cualquier arte, cualquier empresa e invento que cree empleo, a través de un continuado y alentado (no machacado por la burocracia) ejercicio de libertad.
Leo: las economías pragmáticas, como la de Singapur, funcionan mejor que las de ideología más polarizada, por no decir las de tipo comunista, las de todo es público o depende de lo público, como es el caso actual de Melilla.
China, comunista, nunca superará a Occidente. Acaba de publicar Chris Miller un libro, ‘Chip War’ (La guerra del chip, en español), considerado canónico sobre las turbulencias geopolíticas de este negocio. Cita a la compañía TSMC, que es el gigante mundial de los semiconductores y vale cinco veces Inditex, pero tiene un problema geopolítico serio: es taiwanés. Taiwán es “un pronunciado riesgo”, según declara el ministro de Exteriores chino. Riesgo para el comunismo chino, claro, porque Taiwán, con una economía no comunista, se está convirtiendo en el líder de fabricación de chips, desbancando a China, cuya economía depende de que su odiado Occidente le compre la mayoría de lo que produce.
Por cierto, y para terminar: ¿cuándo empezarán las gestiones del nuevo Gobierno de Melilla para que entremos en la Unión Aduanera Europea, manteniendo nuestra histórica situación fiscal? Ese factor geopolítico -fronteras europeas con Marruecos- es muy importante para nosotros, y para Ceuta.
Posdata
Elecciones generales del 23 de julio en Melilla: segunda parte de las municipales o repetir hasta el hartazgo.
