El campamento de chabolas que estaban montando varios grupos de inmigrantes residentes en el CETI para evitar el hacinamiento pasó ayer a la historia. A primera hora de la mañana, los servicios operativos ya estaban limpiando la zona, que desde hacía varios días estaba llena de infraviviendas levantadas con ramas, mantas, plásticos y cartones, creando una mala imagen en las inmediaciones del CETI, la circunvalación, el paso fronterizo de Farhana y el campo de golf. Se pone fin así a un nuevo poblado de chabolas formado por los inmigrantes, siguiendo el mismo ejemplo que hace dos años, cuando se puso fin al campamento que soportaron durante meses los vecinos del Cerro de la Palma Santa.