Por Isaac Fernández Atencia
La semana pasada, una vez liberados nuestros cinco conciudadanos injustamente privados de libertad, la verdadera líder del imbrodismo bolivariano en la ciudad pidió responsabilidades políticas al PSOE y a Coalición por Melilla por la operación de infausto nombre. El asunto no es baladí. Ya en este diario analizamos en varios artículos el esperpento que vivimos durante estos 72 días. Para la historia de la ciudad se quedarán los autos de prisión que discriminaban por razón de etnia y apellido a más de la mitad de la población. Y que la Audiencia Provincial, afortunadamente, modificó, desmontando el supuesto riesgo de fuga. Esperemos no ver en el futuro lo que hemos tenido que ver estos últimos meses.
Ni la auténtica líder del Partido Popular en Melilla se pronunció sobre ello, ni por supuesto ninguno de sus subordinados. En el imbrodismo disidencias se admiten pocas. Lo que tienen todos los regímenes de carácter familiar e intervencionista. Hay que aclamar al carismático líder y obedecer al que manda, coincidan ambas figuras o no. Lo típico de cualquier gobierno peronista.
El procedimiento judicial contra CPM seguirá su curso y en un momento dado se dictará sentencia. Sentencia que bajo mi humilde opinión será absolutoria por la inconsistencia clara de la instrucción.
¿Qué responsabilidades políticas reclama la señora Acedo?, ¿las que se aplicaron en la operación Tosca? Detrás de esta petición y después de toda la campaña mediática que se puso en marcha desde las prisiones del 5 de marzo hay un matiz muy importante. Este procedimiento judicial se está utilizando como si de un partido de tenis se tratara. Los contrincantes son el Partido Imbrodista y los representantes del Sanchismo en la ciudad. Los encarcelados son las pelotas a las que ambos jugadores golpean para dañar al otro. Desde el principio toda la prensa nacional habla del partido socio del PSOE, El imbrodismo le pide responsabilidades al PSOE, y el sanchismo local se desmarca del gobierno anterior, difunde supuestos chats de WhatsApp que nadie ha visto criticando a sus otrora socios.
Hemos visto como para atacar al PSOE había que atacar a los presos. Como para defenderse del PP había que atacar a los presos, aunque esto supusiera considerar no españoles a más de la mitad de la ciudad.
Creo que el Partido gobernante en Melilla haría bien en centrarse en gobernar la ciudad, a ser posible toda la ciudad y no solo un parte de ella. Gobernar para todos los apellidos y no solo para una familia. Estos tres años estarán marcados por la sucesión en el bolivarianismo local. En si continua la familia Imbroda bajo la batuta de la emisaria en Madrid o accede al trono el eterno actor secundario, ahora embajador en Londres y colonias. Tienen que elegir entre susto o muerte. En que va a afectar esto a la gobernabilidad de la ciudad es una incógnita. Lo suyo seria que dejasen de aprovechar procedimientos judiciales para atacar a la oposición y empezaran a gobernar para todos.
Los buitres se reparten el cadáver
El Imbrodismo ha dado por muerta a la oposición capitaneada por CPM. El PSOE también lo ha hecho y presto se ha presentado como voluntario a recoger los restos. Los buitres se reparten el cadáver, como dijimos en otro artículo. Pero hay un hecho indubitado, por mucho que se manden a cinco personas que gozan de presunción de inocencia a la cárcel, esto no significa que hayan acabado con un espacio político.
¿Quién lo liderará, qué será de ese espacio en el futuro, qué siglas tendrá, si continuará llamándose como se llama o no? Si sus dirigentes continuarán liderando la alternativa o no en las próximas elecciones, es algo que no sabemos ahora. Es un ejercicio de futurología. Es un proceso y debate que tendrán que hacer ellos. Pero lo cierto es que ese espacio va a seguir, Los espacios no se extinguen así como así.
Por lo tanto, el imbrodismo debe concentrarse en su propia guerra civil que se avecina más pronto que tarde y sobre todo en gobernar sin que esta pugna interna afecte a la ciudad. El PSOE debe crear su espacio y olvidarse de carroñerismos baratos que al final no llegan a nada. Los diputados encarcelados vuelven a su labor de oposición de la que nunca debieron ser privados.
Y CPM tendrá que afrontar su introspección y debate interno de aciertos y fracasos más pronto que tarde, decidir qué línea va a seguir y quién lo va a liderar.
Quedan tres años para las elecciones, hay tiempo de que ese espacio que ha liderado la oposición tanto tiempo se defina y se plantee su futuro. Hay tiempo para que puedan defender su inocencia y denunciar las injusticias sufridas. Una vez las heridas dejen de sangrar, ese espacio se tendrá que definir.
