La Guardia Civil ha rescatado a seis subsaharianos que estaban escondidos en dobles fondos practicados en dos vehículos que trataban de entrar a Melilla procedentes de Marruecos por el paso fronterizo de Beni-Enzar. Estas dos nuevas actuaciones contra el tráfico de seres humanos se produjeron el jueves y el sábado de la semana pasada y se saldaron con la detención de dos personas, una de las cuales está ya en prisión provisional tras pasar a disposición judicial. Aunque ambas actuaciones estuvieron separadas por casi 48 horas, las dos fueron prácticamente idénticas por el hecho de que los dos coches eran similares y los dos llevaban tres inmigrantes cada uno en el mismo sitio: dobles fondos habilitados en el maletero y el salpicadero.
Según informó ayer la Comandancia de la Guardia Civil en una nota de prensa, la primera actuación tuvo lugar sobre las 20:30 horas del jueves, cuando un Mercedes E220 de matrícula española pretendía pasar a Melilla por la frontera de Beni-Enzar, ocupado por un hombre y una mujer.
La Guardia Civil sometió el coche a la máquina detectora de los latidos del corazón. En ese momento, el conductor, al intuir que podía ser descubierto, se dio a la fuga hacia Marruecos. Pese a que los agentes intentaron darle alcance, logró darse a la fuga debido a que en ese momento había un gran trasiego de personas en el recinto fronterizo que trataban de acceder al país vecino.
La Guardia Civil ha conseguido identificar plenamente al conductor fugado. Además, detuvo a su acompañante, una mujer marroquí de 38 años que fue detenida y puesta a disposición judicial como supuesta autora de un delito contra los Derechos de los Ciudadanos Extranjeros.
Durante la inspección del vehículo se localizaron dos dobles fondos, uno en el salpicadero, donde fue hallada una persona, y otro practicado en el maletero, donde se localizaron dos. La Guardia Civil procedió al rescate y auxilio de los tres inmigrantes, los tres varones subsaharianos, indocumentados, que dijeron ser dos de Guinea y uno de la República de Congo, con edades comprendidas entre los 19 y 21 años.
Los tres fueron trasladados al Hospital Comarcal al no lograr su estabilización tras los primeros auxilios que les practicaron los agentes. Los inmigrantes sufrían dolores articulares, entumecimiento, falta de movilidad y respiración agitada, aunque tras ser atendidos por un médico fueron dados de alta y su estado es bueno.
El segundo coche
La segunda actuación tuvo lugar sobre las 13:00 horas del pasado sábado 14, cuando la Guardia Civil registró un Mercedes 250 de matrícula marroquí que accedía a Melilla ocupado únicamente por su conductor.
La máquina detectora de latidos dio resultado positivo, lo que permitió detectar dos dobles fondos en la misma situación que en el vehículo anterior: el maletero, donde había dos inmigrantes, y en el salpicadero, donde había un tercero. Según la Guardia Civil, los inmigrantes estaban “completamente contorsionados” al tratarse de “execrables habitáculos”.
Los tres fueron auxiliados a salir y presentaban dolores articulares, entumecimiento, falta de movilidad y desorientación, aunque no necesitaron atención médica, ya que se recuperaron rápidamente tras los cuidados dispensados por los agentes. Los tres son varones de origen subsahariano, indocumentados, de 21, 22 y 25 años de edad, que dijeron ser nacionales de Guinea.
La Guardia Civil detuvo al conductor del coche, un marroquí de 50 años que fue puesto a disposición judicial como supuesto autor de un delito contra los Derechos de los Ciudadanos Extranjeros y de otro de falsificación documental, dado que el vehículo circulaba con matrículas correspondientes a otro coche. El juez decretó su ingreso en prisión provisional.
