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Renace ‘El Enemigo Subterráneo’: La voz reivindicativa de la Escuela de Arte de Melilla

"El Enemigo Subterráneo", emblematic publication of the Miguel Marmolejo Art School, returns after a long hiatus, promising to awaken and provoke the consciousness of the youth in Melilla. It is a symbol of cultural resistance and creative expression.
EAMM

«El Enemigo Subterráneo», la emblemática publicación reivindicativa de la Escuela de Arte Miguel Marmolejo, emerge tras un prolongado letargo y promete despertar y agitar las conciencias de los jóvenes melillenses

 

«El Enemigo Subterráneo» es más que un fanzine; es una manifestación de la voz insurgente de una generación que se negó a ser silenciada.

Surgido en 1997 durante tiempos de agitación política en Melilla, esta publicación encontró su nombre en las palabras de Alberti, adoptando la identidad de una fuerza oculta pero poderosa. Creado en la Escuela de Arte Miguel Marmolejo, «El Enemigo Subterráneo» ha sido un baluarte de resistencia cultural. Con una historia rica en desafíos y creatividad, cada número de este fanzine es un testimonio de la libertad de expresión y la colectividad. En su más reciente edición, el grupo de profesores y alumnos que lo han resucitado sigue explorando temas contemporáneos con una intensidad que refleja su compromiso inquebrantable con el cambio social y cultural

Francisco Javier López Díaz, profesor del departamento de medios informáticos, y Daniel Luque, del departamento de historia del arte, comparten la alegría de revivir un proyecto que nació en 1997. «El Enemigo Subterráneo» surgió en respuesta a los intentos de desmantelar la escuela y reducir su presupuesto. Según López Díaz, la iniciativa fue una forma de visibilizar la institución y luchar contra la adversidad que enfrentaban. «En aquella época, la Escuela de Arte estaba muy desvalorizada, y este fanzine fue una herramienta para combatir esa percepción», explica.

El formato del «Enemigo Subterráneo» ha evolucionado a lo largo del tiempo. López Díaz recuerda cómo debatieron si la publicación debería ser una gaceta o un fanzine. Finalmente, optaron por un híbrido que permite flexibilidad creativa. «Hemos jugado con ambos formatos, dependiendo de las circunstancias y el contenido», comenta.

El proceso de producción no ha estado exento de desafíos, especialmente en términos de impresión. La falta de recursos locales adecuados en Melilla ha obligado al equipo a considerar opciones fuera de la ciudad. Sin embargo, la decisión reciente ha sido volver a las raíces, produciendo el fanzine internamente, incluso si eso significa recurrir a fotocopias. «La idea es mantener la autenticidad y que todo salga de aquí, de la escuela», afirma Luque.

Historia

La historia de «El Enemigo Subterráneo» es rica y multifacética. En sus primeros años, el fanzine no solo sirvió como medio de expresión escrita, sino también como catalizador de diversas actividades culturales, desde conciertos hasta performances. Colaboraron con artistas locales, como la poeta Encarna León, o Joaquín Carrillo, así como profesores como Luis Arance y Joaquín Pérez, cuya influencia es palpable en la estética de la escuela.

El fanzine siempre ha tenido un carácter reivindicativo, una voz rebelde que refleja las preocupaciones y luchas de sus creadores. Aunque los temas han cambiado con el tiempo, el espíritu de resistencia y creatividad sigue siendo el mismo. «Siempre hay algo por lo que luchar y protestar», enfatiza Luque.

La metodología para crear cada número sigue siendo colaborativa y espontánea. Aunque los profesores orientan y apoyan, son los estudiantes quienes lideran el proceso creativo. «El enemigo los crea y ellos se juntan», dice López Díaz, subrayando la importancia de la autoorganización y la iniciativa estudiantil. Hoy sigue siendo un símbolo de la identidad de la Escuela de Arte de Melilla. Con cada nueva edición, renace el espíritu de lucha y creatividad que lo vio nacer.

La publicación no solo documenta la historia de la escuela, sino que también inspira a las nuevas generaciones a continuar la tradición de resistencia y expresión artística.

Nacimiento del nombre: El Enemigo Subterráneo

El nombre «El Enemigo Subterráneo» surgió en un contexto de tiempos convulsos y como una reacción contra el clima político de ese momento, que no era propicio para la expresión libre. La inspiración para el nombre vino cuando, durante una clase sobre la Generación del 27, el profesor Joaquín Carrillo abrió un libro de Rafael Alberti y encontró un poema titulado «Enemigos Subterráneos».

Este hallazgo resonó profundamente con el espíritu de clandestinidad y resistencia del grupo, que se veía a sí mismo como una fuerza oculta pero poderosa. El nombre encapsuló perfectamente la esencia del fanzine: un colectivo que, aunque opere desde las sombras, tiene una presencia impactante y desafiante. Desde entonces, «El Enemigo Subterráneo» ha servido como un símbolo de resistencia cultural y creatividad subversiva.

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Elsa Almendros

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