La Guardia Civil ha recuperado en Melilla tres vehículos de alta gama, cuyo valor asciende a unos 120.000 euros, dos de los cuales habían sido robados en Francia y Alemania. El otro había llegado en régimen de alquiler, cuyo contrato prohibía expresamente su salida de territorio comunitario. Estas actuaciones se enmarcan en la lucha contra el tráfico ilícito de vehículos, al ser el continente africano destino frecuente de los vehículos robados en Europa por grupos criminales organizados.
Según informó ayer en una nota de prensa la Comandancia de la Guardia Civil, las intervenciones de los tres vehículos se han producido en los últimos días en el puerto comercial de Melilla como consecuencia de la inspección fiscal y aduanera de los vehículos que llegan vía marítima desde la península.
La Guardia Civil ha llevado a cabo gestiones a nivel comunitario con instituciones y organismos internacionales como Europol e Interpol, así como con consorcios privados que facilitan el acceso inmediato a las bases de datos de los fabricantes europeos más importantes de vehículos.
Ello, junto con la experiencia de los guardias civiles en el cotejo de la documentación y los perfiles de manipulaciones de elementos de identificación, han determinado sin género de dudas el robo de dos de los vehículos intervenidos en Melilla.
Se trata de Range Rover Evoque de matrícula belga, que había sido robado en Alemania el 7 de abril, y un Mercedes Clase C200 de matrícula francesa, cuya sustracción se produjo el 17 de julio en Francia.
El tercer vehículo es un Mercedes C220D de matrícula española que había llegado a Melilla en régimen de alquiler y con contrato legal, en el que se impedía su salida de territorio comunitario y con la prohibición expresa de hacerlo al continente africano.
De esta manera, la empresa propietaria pretendía evitar la picaresca de introducir estos vehículos de alta gama en esos países y posteriormente destinarlos al tráfico ilícito mediante denuncias falsas de robos por parte de los grupos organizados a nivel europeo que se dedican a este lucrativo negocio delictivo.
El coche, que era conducido por un ciudadano italiano, fue intervenido de forma cautelar por la Guardia Civil, que hizo gestiones con la empresa propietaria por incumplimiento grave de las condiciones del contrato, que prohibía expresamente su transporte en barco, así como su traslado a África o países del Este de Europa.
Una persona de nacionalidad belga ha sido detenida y puesta a disposición judicial, y otras dos, de nacionalidades marroquí e italiana, se encuentran en calidad de investigados.
