El presidente de AMLEGA se muestra muy satisfecho de la resolución emitida por el Alto Tribunal en torno a esta bandera, que “se proyecta a favor de la igualdad entre las personas, valor reconocido por la Constitución y por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”
“Es como un abrazo de las instituciones a nuestro colectivo”.
De esta manera ha definido el presidente de la Asociación Melillense de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (AMLEGA), Rafael Calatrava, la sentencia que emitió a principios del mes de diciembre el Tribunal Supremo sobre la bandera LGTBI en los edificios públicos, rechazando que la colocación de dicha enseña en los edificios públicos vulnere la Ley 39/1981, de 2 de octubre, por la que se regula el uso de la bandera de España y de otras banderas y enseñas, ni vulnera los principios de objetividad y neutralidad de las Administraciones Públicas.
Asimismo, el alto tribunal sostiene que la bandera LGBTI “se proyecta a favor de la igualdad entre las personas, valor reconocido por la Constitución y por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”.
“Los símbolos son importantes”, subraya al MELILLA HOY Calatrava, que explica que la bandera LGTBI es una enseña que fomenta “la igualdad y la diversidad”, interpretando esta resolución como una señal que indica que las instituciones “están avalando los derechos de las personas LGTBI, la igualdad y la diversidad” con una bandera que, deja claro, “no es propiedad de nadie”. “Es una bandera universal que lo que promulga es eso: la igualdad y la diversidad”, recalca.
La bandera en Melilla
El máximo responsable de AMLEGA recuerda que, desde hace ya varios años, la bandera LGTBI no se coloca en los edificios públicos de Melilla, esperando que el Supremo resolviese esta cuestión, con una denuncia de Vox por medio.
“Al final, estas denuncias ponen a las instituciones a la espera de que se resuelvan estas denuncias, lo que ocurre es que la Justicia va muy lenta. Afortunadamente nos han dado este abrazo las instituciones que nos dicen que no os vamos a dejar y vamos a estar juntos”, explica, viendo esta sentencia como “un abrazo” más que como una “protección”.
“Para protegernos ya están las leyes y la Constitución, y la bandera se proyecta a favor de la igualdad de las personas, que está reconocida tanto en la Carta Magna como en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea”, apostilla, resaltando la importancia de esta resolución.