El técnico del Club Melilla Baloncesto, pese a calificar el encuentro de horrible, puso en valor la importancia de la victoria lograda ante el Clavijo
El entrenador del Club Melilla Baloncesto comenzaba su comparecencia ante los medios de comunicación felicitando a su rival “por estar en esta categoría, por competir como compite y por ver cómo tiene el pabellón. Sé lo que están trabajando para conseguir todo esto. Para ganar aquí hay que sudar sangre, sudor y lágrimas”, aseguraba Rafa Monclova. Ya entrando a analizar el choque en profundidad, el sevillano reconocía que “no va a ser el mejor encuentro de la competición, con muchos fallos y demasiados nervios. Los dos estamos en una situación complicada, en la que los pequeños detalles y la personalidad de algunos jugadores pueden marcar estos duelos”, subrayó.
Continuando con su reflexión, incidía en que en la primera parte sufrieron “mucho en el rebote defensivo y con las pérdidas”, y aunque defensivamente estuvieron “bien”, en ataque calificó la actuación de los suyos de “horrible”. Y, además, como destacó “ellos no se desengancharon en ningún momento, tal y como esperábamos”. Una historia que, en palabras del preparador azulón se volvió a repetir en la segunda mitad, aunque con algunos pequeños matices que le permitieron a su equipo obtener una victoria muy valiosa. Así lo explicó: “Después de un inicio igualado de intercambio de golpes, llegamos mejor al final y tuvimos opciones para matar el partido y no sufrir tanto hasta el final, pero otra vez volvieron los fallos y las pérdidas de balón. La falta de acierto nos mermó mucho, pese a mejorar en el rebote ofensivo. Podíamos haber ganado de seis u ocho puntos, pero sabemos que en el instante en el que te relajas el Clavijo siempre va a estar ahí”, afirmó.
De igual modo, Monclova aprovechó para referirse a algunas interioridades tácticas de lo vivido en el Palacio de los Deportes de La Rioja. “Hicimos mucho daño por dentro y es lo que nos posibilitó compensar el desacierto en el exterior. Esto habla mucho de tener que jugar con esta presión que a unos jugadores les afecta más que a otros”. También resaltó el hecho de haber podido parar a Knudsen, porque “empezó muy bien y muy cómodo”. Por último, hizo hincapié en que, pese a que el choque fue “horrible”, se trata de “un triunfo muy importante” que les da “energía y vida para salir de esta zona de peligro”, finalizó.
