Treviño pedirá a Intervención que le deje cerrar las actividades cultuales de verano porque dejar en stand by la gestión “va a afectar de manera directa a muchos eventos” estivales y “Melilla no tiene por qué padecer este tipo de cosas”
El hecho de que el Gobierno local se encuentre en funciones tras la celebración de las elecciones y la tardanza de 40 días que va a suponer la entrada de un nuevo Ejecutivo por la impugnación del 28-M por parte de Coalición por Melilla (CPM) está provocando una “paralización de la Administración” que el PSOE lamenta por el perjuicio que ello provoca al conjunto de la ciudad. Por eso, la formación socialista no está de acuerdo con la decisión de su socio de Gobierno y va a intentar que, en el aspecto cultural, no afecte a los melillenses.
A preguntas de los periodistas, la vicepresidenta primera de la Ciudad y secretaria general del PSOE, Gloria Rojas, considera que era necesario “terminar esta etapa y que entrara ya el nuevo Gobierno” en la fecha que estaba establecida para ello, el 17 de junio, 20 días después de las elecciones, tal y como indica la Ley Electoral.
Ello hubiera supuesto que la “paralización” de la Administración por tener un Gobierno en funciones solo se hubiera prolongado algo menos de tres semanas, en lugar de los 40 días que va a extenderse esta situación, dando lugar a “perjuicios” que sufren, por ejemplo, las empresas que no pueden optar a la contratación pública durante este tiempo. “La ciudad tiene que continuar”, ha justificado Rojas.
Cultura
Su compañera de partido, la consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño, ha coincidido con Rojas al referirse a la circular de Intervención donde recuerda a los diferentes órganos de gobierno que, al estar en funciones, tienen muy limitada su capacidad de gestión.
A Treviño le preocupa cómo puede afectar esta situación en lo que respecta al área de Cultura, ya que la orden de Intervención de “hacer un paréntesis o stand by y no hacer absolutamente nada para no condicionar al Gobierno que vaya a entrar” va a “afectar de manera directa a muchos eventos del verano que necesitan una contratación mayor” y, por ende, “unos tiempos administrativos que a mitad de julio ya no tendremos”.
Eso puede afectar, por ejemplo, a la Feria de este año, en la que Cultura ha empezado a planificar algunas cosas. “Pero, sobre todo, el verano cultural quedaría muy condicionado si no empezamos ya a trabajar”, ha advertido Fernández Treviño aludiendo, por ejemplo, a las actuaciones de Música a la Luna o el Balcón de la Ensenada.
De ahí su intención de hablar con Intervención para intentar que se permita a Cultura cerrar actividades “que no representan tampoco una novedad porque lo que afectaría a un Gobierno entrante es que cambiase el modelo de gestión y hubiera algo inesperado que no se hubiera hecho otros años”, algo que no es el caso de Música a la Luna o el Balcón de la Ensenada.
“Ningún cambio de Gobierno debería afectar a la ciudadanía melillense”, ha lamentado Treviño, convencida de que “la ciudad de Melilla no tiene por qué padecer este tipo de cosas, este tipo de retrasos”.
La situación no afecta a las actividades de junio, como San Juan, las actuaciones programadas en el Teatro Kursaal, el ciclo del Hospital del Rey y los campamentos de Educa Verano para los niños, actuaciones todas ellas que ya fueron planificadas y organizadas por Cultura antes de que el Gobierno entrara en funciones.
La circular
La circular del interventor de la CIudad Autónoma está fechada el 31 de mayo, a raíz de un decreto del presidente, Eduardo de Castro, publicado en el BOME cinco días antes, para recordar a los consejeros y viceconsejeros del Gobierno, así como a los responsables de las empresas públicas, que “los miembros de las corporaciones cesantes continuaran sus funciones solamente para la “administración ordinaria” de los asuntos públicos hasta la toma de posesión de sus sucesores, no pudiendo adoptar, en ningún caso, acuerdos para los que legalmente se requiera una mayoría cualificada”.
