La asociación Prodein mostró ayer a través de un vídeo el estado en el que ha quedado parte del monte Gurugú tras el desmantelamiento de los campamentos de inmigrantes el pasado martes. Esta ONG se hace eco del testimonio de un inmigrante que fue testigo de lo sucedido, para quien es evidente que el país vecino “quiere hacer una demostración de fuerza” con esta medida. En las imágenes cedidas a Prodein, se puede observar cómo quedaron los enseres de los subsaharianos tras prenderles fuego, entre ellos una cacerola inservible y una zapatilla prácticamente destrozada por las llamas.
Según el inmigrante que relata lo sucedido a Prodein, hasta el monte acudieron entre 600 y 700 militares marroquíes, que “arrasaron” 2 de los 5 campamentos del Gurugú, concretamente los de Camerún y Mali.
Este subsahariano también denuncia la violencia de los agentes alauitas, a los que acusa de romper la columna vertebral a un inmigrante. Asimismo, dice que “un pequeño” cayó sobre las piedras y se dañó los riñones, aunque a continuación afirma que todos creen que falleció. Este testigo subraya el miedo de todos a que regresen los soldados, por lo que optarán por subir más hacia la cima del monte Gurugú, donde detuvieron a los inmigrantes “que aún podían correr”.