Un matrimonio se encuentra procesado por el delito de usurpación. Como se puso de manifiesto ayer en el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, se le acusa de acceder de forma ilícita a una vivienda de la calle Cándida Lobera, forzando la cerradura y cambiando posteriormente la llave. Un matrimonio se encuentra procesado por el delito de usurpación. Como se puso de manifiesto ayer en el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, se le acusa de acceder de forma ilícita a una vivienda de la calle Cándida Lobera, forzando la cerradura y cambiando posteriormente la llave.
Según declaró el procesado, él pagó 2.000 euros a otro individuo que es empleado del propietario de la casa en concepto de fianza y alquiler. Asegura que este hombre le dijo que era el dueño de la casa y fue quien le entregó la llave de la vivienda. «Me había prometido que el próximo mes me haría el contrato», explicó.
La mujer, por su parte, afirmó que desconocía que no tuvieran contrato de la casa hasta que acudió la policía al domicilio.
El propietario de la vivienda testificó que la familia lleva un año viviendo en la casa sin contrato, sin pagar el alquiler, la luz o el agua. «Llevo un año esperando a que se me resarce económicamente de alguna manera», se quejó. Según apuntó, la ventana de la terraza se mantenía entornada, por lo que sospechaba que podrían haber accedido de ese modo al interior de la casa.
La fiscal reclama para los procesados una multa 2.160 euros, además de que se practique el desalojo inmediato de la vivienda. La defensa pide la absolución del matrimonio, al entender que ha sido víctima de una estafa por parte de otro tercer individuo. La juez tendrá que decidir.
