Carta del Editor. MH, 26/2025
Enrique Bohórquez López-Dóriga
Pasan los años, permanecen los problemas. En mi “compendio año 2011”, Tomo III del libro “Melilla, España, en peligro”, que estoy terminando de escribir y que espero presentar coincidiendo con el 40º Aniversario del nacimiento de MELILLA HOY, resalto la Carta del Editor que publicamos el 18 de diciembre de aquel ya lejano año 2011, con el título de “Libertad y privatización de la vida melillense”, uno de cuyos párrafos reproduzco hoy, casi 14 años después: “No me gustaría lamentar dentro de unos años no haber insistido en que la libertad individual, la única que existe, es fundamental para el desarrollo de las ciudades, Melilla incluida. Es necesario privatizar la vida melillense, empezando por la televisión pública y siguiendo por las empresas públicas presuntamente destinadas a lograr el desarrollo económico y social de nuestra ciudad. Es necesario comprender que el Ayuntamiento- o Ciudad Autónoma, si se quiere- no puede ser el destino soñado de jóvenes y mayores, ni el organismo omnipotente y omnipresente que todo lo rige y todo lo decide, es necesario que en las entidades públicas la democracia y la libertad nos protejan de la futilidad y la mediocridad. Es desalentador ver cómo pasan los años y qué poco ha cambiado nuestra ciudad desde entonces (2011). Pero no debemos rendirnos. Y yo, desde luego, no lo voy a hacer. Sigo teniendo y manteniendo el sueño y la convicción de que es posible una Melilla mejor”.
Es necesario privatizar la vida melillense. Es desalentador ver cómo pasan los años y qué poco ha cambiado nuestra ciudad desde entonces (2011). Pero no debemos rendirnos
Quizás la explicación de tanta parsimonia se encuentre en el hoy ya generalizado consenso sobre el declive del liderazgo en el mundo. Es casi imposible leer comentarios elogiosos independientes sobre los actuales líderes mundiales y locales. No me sorprendió, por tanto y centrándonos en el ámbito mundial, la opinión que tiene Robert D. H Kaplan sobre cinco líderes mundiales. Trump: sabe leer, pero solo redes sociales; no sabe de historia, ni tiene cultura. Elon Musk: es una mente brillante, como ingeniero; socialmente está subdesarrollado. Putin: le gusta asumir riesgos y es mucho más peligroso que Stalin. Zelensky: ha cometido errores, pero estoy muy impresionado con él. Xi Jinping: es un leninista totalitario, muy peligroso.
Kaplan acaba de publicar un libro, “Tierra Baldía: Un mundo en crisis permanente”, en el que ofrece un análisis geopolítico sobre los desafíos contemporáneos, abordando temas como guerras, cambio climático (en el que yo no creo), rivalidad entre potencias (como extraordinariamente bien explicó Stefan Zweig en su libro ”Momentos estelares de la humanidad” sobre lo que pasó en 1919, tras terminar la I Guerra Mundial) y avances tecnológicos. Kaplan conecta el panorama actual con fenómenos sociales como la urbanización y la influencia de los medios digitales, basándose en obras fundamentales de filosofía, política y literatura, incluyendo el poema de T. S. Eliot que es el que da nombre a su nuevo libro.
Ya no hay líderes políticos como Winston Churchill, por ejemplo. Como escribí hace años para mi revista Arte de Vivir, Churchill no sólo es mundial e históricamente famoso por su perseverancia (el éxito, decía, es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse) hasta obtener la victoria sobre el nazismo en la II Guerra Mundial, sino también por su habilidad y creatividad a la hora de enjuiciar a los partidos y los políticos de su tiempo. Del socialismo versus el capitalismo aseguraba que el vicio inherente del capitalismo es el desigual reparto de los bienes y que la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria (en eso estamos profundizando hoy en España). Del primer ministro Balfour, compañero suyo de partido además, dijo Churchill que era el hombre idóneo si se buscaba a alguien para que no hiciera nada.
Del socialismo versus el capitalismo aseguraba Churchill que el vicio inherente del capitalismo es el desigual reparto de los bienes y que la virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la miseria
Este tipo de personas/políticos idóneos para no hacer nada está ahora –ese ahora era hace catorce años, cuando lo escribí, pero sigue siendo “ahora”, hoy también siguen estos tiempos convulsos- muy de moda y abundan mucho. Te los encuentras en casi todos los estamentos y son muy cautos, jamás se atreverán ni siquiera a expresar un pensamiento sin antes conocer la opinión del jefe sobre el tema, por nimio que este, el tema (no el jefe, que ya se sabe que es un ser casi sobrenatural, además de infalible), pueda llegar a ser. Y si les pides que tomen una decisión, acostumbran mirarte como si un loco sin remedio les hubiera pedido algo absolutamente imposible, fuera de toda lógica.
No todo funciona más mal que bien. El Real Madrid funciona bien y eso, fuera de toda razón, genera envidia
Pero no todo funciona más mal que bien. El Real Madrid, por ejemplo, funciona bien y eso, fuera de toda razón, genera envidia. A los anti madridistas como sistema les dedico la siguiente noticia: Según el informe anual de la UEFA, el Real Madrid logró el hito histórico de ser el primer club deportivo de cualquier deporte en lograr el mayor volumen de ingresos en 2024: 1.073 millones de euros. El Barcelona quedó en sexto lugar, con 764 millones, y el Atlético en el puesto 12, con 408 millones. Al Madrid le siguieron el Manchester City (854 millones €), el PSG (808) y el United (771 M€). Los datos de ingresos madridistas de este año, 2025, permiten augurar que el club llegará a los 1.200 millones de ingresos en 2025, consolidando así su primacía mundial.
Termino con una moraleja que me ha llamado la atención: El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.