Por muchas razones hemos presenciado ayer partidos muy interesantes, de los que hacen afición, incluso aunque no favorezcan sus resultados a los tenistas españoles.
La española Carla Suárez perdió ante la norteamericana CoCo Vandeweghe en tres durísimos sets. Carla venía de ganar el martes por la noche, repito por la noche, su partido contra la danesa C. Wozniacki, con una duración también prohibitiva y a su vez el día anterior había tenido que emplearse para ganar de forma agónica su partido contra la china Peng en otros tres sets. En este sentido Carla ha tenido mala suerte con escuetísimos tiempos de descanso que ha disfrutado y encima contra jugadoras de gran nivel. Ayer, en el tercer set y con empate a cuatro, no ha podido ganar con su saque el punto que le hubiera puesto con 5-4 arriba, se ha desmoronado un poco y los nervios, el calor que hacía en ese momento en Madrid (sol a ratos), el agotamiento por lo que acabamos de detallar y… que la norteamericana ha jugado muy bien en ese momento, con fuerza y manteniendo la mente fría frente a una agotada Carla Suárez. No tiene suerte esta jugadora en Madrid, pero todavía tiene cuerda, talento y juventud para conseguir algo de altos vuelos en este torneo.
Hemos visto también un gran juego en el partido de Almagro contra el número dos Novak Djokovic, y el tenista español ha perdido dejándonos un sabor agridulce. Dulce porque ha hecho un gran partido y ha tenido contra las cuerdas al serbio, sobre todo porque en el tercer tenía un 3-1 arriba y su saque y…el sabor agrio que nos ha quedado es que no ha sabido o no ha podido ganar. Es que claro, el serbio, a pesar de no estar en este momento en su mejor nivel (acaba de despedir a todo su equipo de entrenadores, preparadores físicos, fisios…), pero actualmente es el número dos del mundo y hay cosas que no se olvidan y una de ellas es saber ganar cuando el contrario "siente la presión". No es un top-ten mundial y encima se trata de Almagro, que con todos los respetos no tiene en la fuerza mental una de sus características descollantes.
Dejo para el final una breve reseña del partido de Nadal, que ha durado una eternidad, tres horas largas, que ha ganado, pero también por el apoyo incondicional del público y al contrario que Almagro, sí destaca por su fuerza mental y por más cosas evidentemente. Pero F. Fognini, acuérdense de este nombre, va a llegar a lo alto del tenis mundial más pronto que tarde. ¡Qué clase tiene este jugador, qué garra y qué serenidad, por lo menos en apariencia, tiene éste italiano de San Remo. Atentos a esta figura más que emergente.
