La Asamblea de Melilla aprobó ayer con los únicos votos a favor de PP y PPL el nuevo contrato de gestión del centro de cumplimiento de medidas judiciales de internamiento de menores infractores, más conocido como el Centro de Reforma. El pliego tendrá un periodo de vigencia de dos años prorrogables por otros dos, por un valor de unos tres millones anuales. Los tres partidos de la oposición rechazaron en bloque este contrato por varias razones, una de ellas porque consideran que la plantilla contemplada en el pliego es “excesiva” para el número de menores que suele atender el centro de reforma.
Este asunto centró prácticamente todo el pleno extraordinario que convocó ayer la Asamblea a primera hora de la mañana. Los reproches desde la oposición fueron constantes. Así, el portavoz de Coalición por Melilla (CPM), Hassan Mohatar, lamentó que con este pliego, la Ciudad Autónoma “paga a precio de oro” la gestión del centro de reforma, algo que “no quieren los melillenses”, y que se debe fundamentalmente a que la plantilla está compuesta por más de 72 trabajadores para atender a un máximo de 48 internos.
Sin embargo, la realidad, según los cepemistas, es que la media de niños atendidos en este centro “no llega a 12”. El mismo argumento emplearon los diputados de Ciudadanos (C’s), Eduardo de Castro y Luis Escobar, que centraron sus críticas en el hecho de que estas dependencias tengan una plantilla “excesiva” porque supera con creces la ratio de 0,85 profesionales por niño que hay en otros centros similares de España.
Los parlamentarios de la formación naranja coincidían, así, con los cepemistas, convencidos de que “no hace falta” tener en nómina en el centro de reforma a dos psicólogos a jornada completa o 23 educadores “para una media de 14 o 15 internos”. “Nos parece exagerado porque no es necesario”, insistió Hassan Mohatar, que quiso reforzar su teoría recordando que en el centro de acogida de La Purísima, para 350 niños, hay una media de 90 trabajadores.
Por todo ello, CPM pidió racionalidad y lógica a la hora de gastar el dinero público y defendió desde un primer momento que el contrato de gestión quedara sobre la mesa para analizar las necesidades exactas que este centro tiene de personal y adaptar el pliego a esas circunstancias. Su petición, pese a ser respaldada por la oposición en bloque, quedó en saco roto por la mayoría de PP y PPL.
C’s fue uno de los más duros en sus críticas, haciendo valer el papel que De Castro desempeñó entre 2003 y 2008 como director del centro, hasta que fue cesado por la entonces consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín. Como ya hiciera días atrás en rueda de prensa, C’s reprobó que haya más puestos directivos de los que a su juicio debería haber, algunos de los cuales cuestionó por estar ocupados por familiares del máximo responsable del centro.
Según C’s, la plantilla del centro de reforma representa un sobrecoste de 400.000 euros. Y además, denunció las deficiencias que tiene, pese a haber sido inaugurado este centro hace escasos años, en el mantenimiento de sus instalaciones, de las que dijo que no se hace cargo ni empresa ni Administración. Estas averías afectan a las duchas, el agua caliente, las cisternas y la iluminación exterior.
Batalla de cifras
Además, la batalla de cifras de trabajadores y niños atendidos fue una constante durante todo el pleno, ya que tanto el PP, a través de su portavoz y exconsejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, como el Gobierno local, por parte del actual consejero discreparon varias veces de los datos aportados por la oposición.
Su versión en todo momento fue que la plantilla era “ajustada” a las necesidades del Centro de Reforma, que tiene hasta ocho regímenes diferentes y un modelo de reinserción educativa que requiere “equipos multidisciplinares” para trabajar con los chicos y sus familias. En la actualidad, según el consejero, son atendidos en el centro 39 menores,
Así, negaron que el personal del centro de reforma sea excesivo, como asegura la oposición, y recordaron que este contrato supone una continuación del que se ha llevado a cabo en los últimos años con buen resultado, hasta el punto de que la Fiscalía y Juzgado de Menores “están muy contentos” con los resultados. “Si algo funciona bien es mejor no tocarlo”, dijo Ventura.
Además, Garbín y Ventura señalaron que el centro debe estar “preparado” para poder atender cualquier circunstancia, incluida una mayor ocupación de menores, como ocurrió en febrero, cuando hubo que derivar varios chicos a centros de la península, a razón de 7.000 euros mensuales, por exceder las 48 plazas.
Un pliego de condiciones “a medida” para la empresa
Otra de las críticas coincidentes entre los partidos de la oposición fue las exigencias en los requisitos, que dificultan el acceso de más empresas a la adjudicación.
En este sentido, la diputada socialista Lamia Kaddur dijo que este contrato es “un ejemplo de pliegos a medida de empresas que el Gobierno quiere que salga como adjudicataria” y no responde a las peticiones que tanto la oposición como agentes sociales hacen para mejorar y racionalizar los recursos de estos centros. Según C’s, es un “contrato hecho ad hoc” para la empresa que lo gestiona actualmente, Fundación Diagrama, a pesar de que, según De Castro, tiene problemas en los centros que lleva en Andalucía.
“Parece que este pliego está hecho a medida de la empresa y para la contratación de personal, que a lo mejor no es tan necesario”, aseveró al respecto Hassan Mohatar.
La acusación molestó en la bancada popular, desde donde el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, dijo que se trataba de “acusaciones un poco graves” porque la empresa que gestiona los contratos le es “indiferente” y lo que le importa es “que se hagan las tareas de forma correcta”.
Las críticas post-pleno de la oposición al Gobierno local
Los argumentos del Gobierno no convencieron a los tres partidos de la oposición, que incluso siguieron con sus críticas incluso después de que fue levantada la sesión a modo de réplica. Algunos de los calificativos que el portavoz de C’s, Eduardo de Castro dedicó a las palabras del Gobierno local fueron “una tomadura de pelo” y “broma macabra” respecto a la versión de que este modelo de gestión es para rehabilitar.
Y siguió, unos minutos más, insistiendo en que no se ha mejorado nada porque en su época de director, el centro estaba en condiciones “impresentables y funcionaba perfectamente”, pero ahora que hay “más dinero y un mejor centro, no se ve dónde está el avance”.
CPM, por su parte, lamentó que “se prima el beneficio de la empresa que el interés de la Ciudad Autónoma” en este tipo de contratos de gestión de servicios públicos, mientras el PSOE consideró que ahora era “el momento de ajustar” las necesidades del centro al pliego.