El PP afirmó ayer que la Ley, la seguridad y la salud de los ciudadanos “están por encima” de la costumbre, a la que Coalición por Melilla (CPM) apela para que se permita el paso de borregos procedentes de Marruecos para la celebración de la Pascua del Aid El Kebir. Ante el anuncio cepemista de movilizaciones, el secretario general del PP de Melilla, Miguel Marín respondió que busca la confrontación. A preguntas de los periodistas, Marín se mostró de acuerdo con CPM en que hay que respetar las costumbres y que éstas “son positivas”. Sin embargo, recordó que en cualquier Estado de Derecho existe un ordenamiento jurídico que “hay que respetar”.
En este caso, consideró que la polémica sobre el paso de borregos “debe desaparecer” porque el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) ha establecido una serie de condiciones para permitir que borregos de Marruecos puedan pasar a Melilla para la celebración del Aid El Kebir.
Estas condiciones están recogidas en un proyecto de Orden del Mapama, que en opinión de Marín es “una norma jurídica que es beneficiosa para todos” porque regula el paso de esos animales por la frontera hispano-marroquí para evitar un riesgo sanitario.
“Todos deberíamos estar encantados, y esto es muy bueno para el conjunto de los melillenses musulmanes, porque eso va a ser beneficioso para su salud”, aseveró Marín, convencido de que los borregos que entren en la ciudad lo harán “en las mejores condiciones posibles desde el punto de vista sanitario”.
Asimismo, acusó a CPM de intentar buscar “cualquier resquicio o móvil para dividir y confrontar” a las comunidades religiosas que conviven “en paz” en Melilla, lo cual “es un error” porque causa “un grave daño” a la ciudad.
“Pero Mustafa Aberchán no se quiere enterar, le interesa ese tipo de confrontaciones porque su partido vive de eso”, apuntó el número 2 del PP local, que recordó que el objetivo era que hubiera posibilidad de que entraran a Melilla borregos marroquíes para la celebración del Aid El Kebir y eso se ha conseguido. “Todos debemos estar contentos”, consideró Marín.
