Esta claro, para favorecer a los "ninis" (los que no trabajan, ni estudian, pero si comen y gastan) que mejor que un servicio militar obligatorio especial. Tendrán oportunidad para formarse en el compromiso social; no serán una carga familiar; estarán bien alimentados; tendrán oportunidad de especializarse y sobre todo, no acomodarse a hacer el vago por falta de trabajo o por comodidad. Con lo que podrán estudiar, hacer ejercicio o hacer deporte. Y sobre todo, olvidar el botellón y a la "maría", si es que los practican. Tener la socialización suficientemente buena para que entre individuos de diferentes autonomías, sea ayuda fundamental contra las ideas trasnochadas de separatistas "conversos" por mentalidad banal. Seria para ellos unas vacaciones pagadas, con el orgullo de servir para algo. Encima podrán presumir de haber hecho de boys escuts y no de body metrosexual, por no decir aquello de soñadores musculines o tinajas de garrafón camino hacia la cirrosis.
Ha pensado usted que, la única manera de inscribir a éstos, los ninis, solo sería por la fórmula de lo obligatorio y siempre formalizado por las Cortes, con lo que esto conlleva, ya que es seguro que el cincuenta y uno por ciento, se opondrían, ya que habrían de regularse el salario de éstos, para hacer un bien social a los otros ninis… Los que en realidad serán sus votantes en el próximo presente, o sea, a la vuelta de la esquina.
Y es curioso que eso que llaman extrema izquierda, puedan tener patente de corso, para hacer su santa voluntad y acoso dentro del hecho democrático. Es posible que, si no fueran tan ninis, no pasaría esto. Aunque menos aún, es admisible que se realicen matanzas en cualquier momento, sea por ninis o litris. Para eso están los etarras y los del 11 M o el EI, a los que luego se les dan unos derechos contra la muerte o sufrimiento que, ellos, a pie de la violencia o del consentimiento, no han respetado ni el de prisioneros, ni la vida de los demás ciudadanos, los que éstos últimos, por humanistas, se han pasado de demócratas, sin ley concluyente. Por ejemplo, la ley del menor; la que por su consentimiento legal, provoca la agresión a mayores e incluso a sus padres, amén de todo lo demás que, usted sabe, como yo.
Será posible recuperar lo que nos han quitado… Yo creo que, no.
