Que fui a votar al mejor presidente/a para el PP y decidido, relleno papeleta y lista de representantes o compromisarios. El ambiente de campeonato, distendidos, sonrientes, en una palabra se derrochaba seguridad, convencimiento y ganas.
Pero como soy un poco despistado y mi juventud no da para más, estaba algo aturdido por la potente avalancha de féminas decididas a imponer sus atenciones, ellos, más bien arrinconados servían de adorno en la "plaza" serios y acongojados, ya que veían como esta vez eran las féminas unidas las que no serían vencidas, ¡mujeres al poder!.
Eso sí, ellas dominaban las urnas, de tal manera que con imperativa voz cantaron mi nombre, esta vez dijeron mi apellido como debe de ser y no como le sale del ordenador a la lista de la oficina de la Junta Electoral. Por eso y solo por eso, en principio, vi las urnas precintadas y debajo las letras que indicaban orden alfabético en un nuevo estilo, de forma que cuando leí Abdelkrim – Lence, "creíme" que era el anuncio de un combate de boxeo, esperando saliese la anunciadora con pancarta incluida, pero no, fue un reflejo de mi joven mente. Desorientado un segundo, inmediatamente fui atendido y guiado, y sabe usted que sentí, un placer inmenso por poder votar democráticamente y no como el robo que me ha hecho Pedro Sánchez, no dejándome expresar cuál es mi voluntad para tener un presidente salido de las urnas y no que por su Si es Si se me impusiera por ¡cojones! (Con perdón).
Dentro de todo fue bien montada la organización, aunque he leído en la prensa no se qué de una carta, en fin que, los entusiasmos jóvenes hacen que siempre haya un desliz.
Cuando marché, ya que no esperé a los resultados (creo se darán después de las ocho y media de la tarde) me encontré en el portal conque hasta tenían en la puerta a un afiliado ¡haciendo de portero! como guía. Y es que la organización está en todo, y la aplaudo; ahora solo me queda enterarme del resultado, por supuesto acatado democráticamente y no usurpado por Sánchez y su Frente Popular.
